Respaldo "masivo" y "apabullante". Esos fueron los adjetivos para definir el amplio apoyo de los militantes y simpatizantes de IU y Podemos al preacuerdo para concurrir en coalición a las elecciones del 26 de junio. El 98 por ciento de quienes participaron en la consulta de Podemos (145.000 de 413.899 registrados) y el 88,5 de los que los hicieron en la de Izquierda Unida (23.109 de 72.041 convocados) dieron el "sí" a la coalición.

Queda aún por cerrar el nombre con el que concurrirán, que hoy tiene que quedar registrado ante la Junta Electoral. No será una nueva marca, anticipó ayer el líder de IU, Alberto Garzón. La denominación representará a todos y en ella figurará el nombre de Podemos, según el secretario de Organización del partido morado, Pablo Echenique.

Al margen de concretar detalles y resolver desajustes en las listas que han generado malestar en direcciones como la de Asturias, ambas formaciones han coincidido en acordar un programa de mínimos de 50 medidas y la adjudicación a Izquierda Unida de trece puestos de salida en las listas, incluyendo el "número cinco" para Garzón por Madrid.

En Podemos no hubo ninguna voz en contra del pacto, a diferencia de IU, en la que destacados dirigentes, como Gaspar Llamazares, mostró un total rechazo a la coalición. Alberto Garzón agradeció ayer públicamente al excoordinador federal el gesto de reconocer el resultado de la consulta.

La designación del exJEMAD José Julio Rodríguez como 'número uno' de la coalición por Almería para garantizar que esta vez obtenga escaño provocó críticas muy ásperas por parte de la coordinadora provincial de IU, Rosalía Rodríguez. Ofendida por la elección de una "persona ligada a la OTAN", Rodríguez manifestó ayer que "si quieren traer al mono Amedio que lo traigan, pero esto es una provocación". Desde Podemos, Echenique lamentó las críticas "irrespetuosas", que considera "minoritarias" en IU.

En la Comunidad Valenciana, pese a estar fuera del preacuerdo junto a Galicia y Cataluña, IU se levantó ayer de la reunión negociadora con Compromís y Podemos al considerar una "humillación" la oferta de puestos en las listas.