Dos de cada tres muertes en accidente de tráfico se producen en carreteras convencionales, las que solamente tienen un carril en cada sentido, según datos de este año facilitados por la DGT en la presentación de la campaña de vigilancia en estas vías.

El objetivo de la campaña es llamar la atención sobre las peculiaridades que tienen estas carreteras, en las que las salidas de la vía y las colisiones frontales son los tipos de accidente más común.

En lo que va de año, dos de cada tres fallecidos en carreteras interurbanas lo fueron en accidentes de tráfico que tuvieron lugar en vías convencionales, en las que el índice de mortalidad es el doble que en autopistas y autovías y objetivo prioritario de la Dirección General de Tráfico para reducir la siniestralidad.

Por este motivo, Tráfico pone en marcha durante esta semana una nueva campaña de vigilancia, control y concienciación de los riesgos que supone la circulación en carreteras convencionales.

Los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil comprobarán que se cumplen los límites de velocidad, que los adelantamientos se realizan de forma correcta, que se conduce sin haber consumido alcohol o drogas, que se hace uso del casco y de los sistemas de retención y la documentación del conductor y del vehículo.

También se realizará una vigilancia desde el aire con los helicópteros de los que dispone la DGT.

La DGT recuerda que de los 1.688 fallecidos en accidente de tráfico en 2014, 957 lo fueron en siniestros en carreteras convencionales, a los que hay que sumar 3.813 heridos graves.

Advierte de que las carreteras secundarias son menos seguras que las vías desdobladas ya que las intersecciones y las incorporaciones suelen estar al mismo nivel, los trazados de las carreteras son más antiguos, hay muchos tramos montañosos, es necesario invadir el sentido contrario al adelantar y se dan situaciones que aumentan el riesgo de accidente.

De los 24.367 accidentes con víctimas que tuvieron lugar en estas carreteras, 9.531 fueron salidas de la vía.

De las 957 personas que fallecieron en carreteras convencionales, 348 lo fueron en accidentes cuyo vehículo se salió de la vía, 197 en colisiones frontales y 81 al ser atropellados.

De los más de 166.000 kilómetros de vías interurbanas computados por el Ministerio de Fomento, más de 149.000 corresponden a carreteras convencionales.

En el caso de que el accidente ocurra en una carretera convencional, la antigüedad del vehículo resulta ser un factor más determinante para el grado de lesividad de las víctimas que en el resto de vías.

Con el objetivo de conocer los puntos en los que se producen los accidentes y detectar sus causas para buscar soluciones, Tráfico elabora cada año una relación de tramos denominados puntos negros a partir de la información de los accidentes con víctimas.

En 2014 se detectaron 509 puntos negros en los que se produjeron 2.183 accidentes y en los que fallecieron 24 personas, un 2,5 por ciento del total de muertos.

También se han identificado los tramos de carreteras convencionales más peligrosos y en los que se esta intensificando la vigilancia.

La última actualización de los tramos peligrosos se realizó el pasado 29 de abril y en la misma se identificaron 1.331, cuya ubicación exacta puede consultarse en www.dgt.es.

Además, en los próximos meses, como anunció la semana pasada el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, se van a desarrollar intervenciones para frenar la siniestralidad en las vías convencionales en las que la DGT tiene las competencias e vigilancia.

Entre ellas, limitar las zonas de adelantamiento e instalar bandas sonoras en los arcenes y en el eje central de la calzada que delimita la separación de carriles, así como señalización luminosa de aviso de cruce en intersecciones peligrosas y señales de peligro de peatones dotados de pulsador para que se accione y avise de su presencia.