Los partidos han alcanzado un principio de acuerdo para reducir la publicidad electoral en carteles y vallas durante la campaña del 26 de junio, pero mantienen severas discrepancias sobre la reducción del gasto en el reparto postal de las papeletas a los domicilios, el buzoneo o "mailing", la partida que supone más de un tercio de la factura total. Tampoco existen visos de un acuerdo sobre si la reducción de costes debe realizarse sobre el techo de gasto que en los próximos días fijará Hacienda por ley o sobre el coste real de la campaña anterior.

La división de posiciones no tiene un eje ideológico sino de tamaño de los partidos. PP y PSOE defienden el buzoneo como algo irrenunciable, por ser un incentivo a la participación y una garantía suplementaria del secreto del voto, mientras que Podemos junto con otras formaciones minoritarias consideran factible abaratar su coste con un único envío conjunto de las papeletas de todas las candidaturas.

El Estado se hace cargo del buzoneo pagando una cantidad por elector (18 céntimos en diciembre) a quienes obtengan grupo parlamentario. Los socialistas proponen que ese pago se reduzca a 15 céntimos.

Cuando el Ministerio de Hacienda publique la cuantía de las ayudas por escaño y por voto determinará también el tope de gasto subvencionable de un partido para estas elecciones. Esta partida varía en función de las candidaturas que concurran y ronda los 13 millones de euros para el conjunto del país. En esa misma orden ministerial, que debe publicarse antes del lunes, se recoge el importe de las ayudas al envío gratuito de propaganda electoral, que no computan para el límite de gasto.

PSOE y PP también coinciden en la posibilidad de reducir un 30 por cientos sus gastos electorales respecto a la campaña de las elecciones de diciembre y consideran que serían los más perjudicados por recortes del 50% como el que propone ERC. Los minoritarios sostienen serían los más penalizados si se aplica una reducción del mismo porcentaje para todos. Podemos, que asegura que no gastará más de 2,2 millones, propone fijar en tres millones de euros el límite de gasto de los partidos, posición "maximalista" a juicio del presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, que dificulta la consecución de un acuerdo. Rivera se "conforma con un límite más bajo y un 'mailing' único".

Los partidos quedaron emplazados para una nueva reunión el miércoles de la próxima semana, en la que esperan un acercamiento de posturas.

Los debates

Los gastos electorales no son el único aspecto de la campaña todavía pendiente de concreción. Hay una total incógnita sobre el formato de los debates electorales y quiénes asistirán. El socialista Pedro Sánchez y Albert Rivera se muestran dispuestos a acudir a todos los foros a cuatro que se programen siempre que también lo haga el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy. "Ha llegado el momento de sacar a Rajoy de la cueva, que dé la cara y que debata con todos", afirmó ayer el portavoz del PSOE en el Senado, Óscar López.

Por su parte, el vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez Maíllo, garantiza que su partido estará en todos los debates electorales que se convoquen, como "siempre ha estado", aunque no concreta si será Rajoy quien acuda a ellos. Rajoy es "el político que más ha debatido en este país", dijo Martínez Maíllo en réplica a quienes afirman que su líder se esconde.