El jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, y el líder socialista, Pedro Sánchez, se mostraron ayer extremadamente fríos y distantes en la entrega del premio Cervantes, pese a estar bien cerca en el cóctel posterior a la ceremonia de entrega. Pese a esa proximidad física no se hablaron y casi ni se saludaron. Con esa puesta en escena nada parece indicar que la llamada de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, a "una reflexión final" para formar un gobierno de coalición, hecha desde el Instituto Cervantes de Nueva York, pueda tener algún respuesta positiva. El Rey Felipe VI recibirá a ambos el martes, día en que puede despejarse la incógnita sobre si habrá elecciones.