El exsecretario de las infantas Carlos García Revenga, que llegó a estar imputado en el "caso Nóos", declaró ayer como testigo en el juicio, donde negó que como tesorero del instituto hiciera labores de supervisión de las actividades privadas de Iñaki Urdangarín por encargo de la Casa del Rey. Es más, aseguró que solo se integró en el proyecto de Nóos por "amistad" con los entonces duques de Palma. "Me puse en el cargo para que no se pusiera Cristina", añadió, antes de decir que "a veces me consultaban cosas y unas veces me hacían caso y otras no", lo que contradice la afirmación de Urdangarín en el juicio: "Yo no daba un paso en mi vida sin consultarlo al señor García Revenga". El exsecretario relató que fue Urdangarín quien le propuso ser tesorero y que no tuvo "ninguna intervención". No consideró que fuera de su competencia informar a la Casa del Rey porque era una cuestión particular. De hecho, explicó que su exjefe Alberto Aza le "puenteaba" y "no tenía puesta su confianza" en él.