El hasta ahora titular de Industria atribuyó ayer su renuncia (no cabe la dimisión en un ministro que solo lo es en funciones) y el abandono de sus demás cargos políticos no al fondo de la cuestión que se le reprocha, sino a sus explicaciones contradictorias. La decisión la tomó, dijo en un comunicado, "a la luz de la sucesión de los errores cometidos a lo largo de los últimos días en mis explicaciones de mis actividades empresariales anteriores a mi entrada en política en 1995, debidos a la falta de información precisa sobre hechos que ocurrieron hace más de veinte años". José Manuel Soria se aferró a que las actividades mercantiles que se le atribuyen en paraísos fiscales son previas a que llegase a la alcaldía de Las Palmas en 1995, lo que algunos documentos cuestionan, dado que su firma aparece en Mechanical Trading Limited hasta 2002.
Soria sostuvo que "ninguna de tales actividades empresariales" tuvo "relación ni vínculo de tipo alguno con el ejercicio de responsabilidades políticas". Pese a ello, dijo, "la política es una actividad que debe ser en todo momento ejemplar también en la pedagogía y en las explicaciones. Cuando así no ocurre, deben asumirse las responsabilidades correspondientes". Y agregó que lo hace para no perjudicar al PP.
