Ciudadanos lanzó ayer un doble órdago ante la reunión de la mesa "a tres" con el PSOE y Podemos que se celebrará mañana. El partido de Albert Rivera quiere ahora estar en un Gobierno presidido por el socialista Pedro Sánchez y exige de la formación de Pablo Iglesias dos cosas: que acepte la "totalidad" del pacto suscrito por C's y el PSOE -en caso contrario, el jueves se levantarán de la mesa- y que vote a favor de un Ejecutivo de coalición formado por estas dos fuerzas.

Ante las exigencias de Ciudadanos, el "número dos" de Podemos, Íñigo Errejón, acusó a Rivera de "poner zancadillas" y "condiciones inasumibles".

Son "declaraciones de alguien que no quiere facilitar que se llegue a un acuerdo", advirtió, antes de que el propio secretario general de Podemos anunciara que mañana, cuando encabece el equipo negociador que acudirá a la reunión en el Congreso, pedirá a Ciudadanos que "se relajen un poquito" y que entiendan que "lo mejor para España es que se abstengan y faciliten un gobierno de coalición progresista".

El portavoz de C's en el Congreso, Juan Carlos Girauta, fue el encargado de exponer el cambio de estrategia de su partido, que es doble: compartir el Ejecutivo con los socialistas y exigir de Podemos no la abstención, como hasta ahora, sino el voto a favor en la investidura.

Horas después, fuentes de C's precisaron que compartir el Gobierno con el PSOE no está ahora "sobre la mesa" y, aunque el partido no lo descarta, es un asunto que "ni se ha hablado, ni negociado, ni es un objetivo político".

Pero Girauta había sido muy claro a ese respecto ("un gobierno monocolor del PSOE sería demasiado débil para tirar adelante") y no lo fue menos sobre el sentido del voto que reclama de Podemos. "Les pedimos que, con sus escaños, lo apoyen", razonó, porque no servirá de nada que Sánchez sea investido si después no pueden llevarse adelante las políticas acordadas. Ciudadanos desea "un gobierno estable y una legislatura entera", añadió.

Pese al cruce de declaraciones entre C's y Podemos, el portavoz del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando, se mostró convencido de que en la reunión de mañana se va a "compartir una parte importante del proyecto" y de que en el camino que inician ese día van a "convertir las incompatibilidades en afinidades".

Hernando reconoció que el "gobierno parlamentario" que se propone conseguir el PSOE "no va a ser complejo, sino lo siguiente", pero insistió en mostrarse "muy esperanzado" y en "no ser negativo".

El Gobierno y el PP repitieron las declaraciones de aviso ante la hipótesis de un acuerdo entre PSOE, Podemos y C's, de quienes la vicepresidenta Sáenz de Santamaría espera que no terminen pactando por miedo a otras elecciones.

El portavoz de ERC, Joan Tardá, condicionó la abstención de su partido a "un referéndum a la escocesa en el plazo de un año".