Íñigo Errejón defiende un nuevo modelo de partido para Podemos adaptado al ciclo que se abrirá en cuanto se desbloquee la situación política. El encargado de la orientación de la formación morada defendió la necesidad de otras pautas organizativas ayer, víspera de la reunión que hoy mantendrán Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, en un nuevo intento de abrir vías a un acuerdo que facilite la investidura del socialista como Presidente del Gobierno.

El número dos de Podemos rompió ayer, obligado por la reactivación de la vida parlamentaria, dos semanas de un silencio con el que quiso dejar patente su desacuerdo con la decisión de Iglesias de destituir al secretario de Organización del partido, Sergio Pascual.Errejón reconoció que no comparte la medida adoptada por el líder del partido, pese a lo cual ambos siguen "trabajando juntos en lo fundamental" para lograr "un gobierno de cambio y de coalición".La crisis de Podemos es atribuible, según Errejón, a "tensiones organizativas" y no existen discrepancias ideológicas. "Tenemos una sola posición política respecto al PSOE", afirmó para desmentir a quienes sostienen que los problemas internos responden a desacuerdos sobre la forma de encarar la compleja coyuntura política.

El número dos de Podemos considera que Pablo Echenique, el nombre propuesto por Iglesias para sustituir al depuesto Pascual, es un hombre de consenso que puede contribuir a "desmadrileñizar" y a "oxigenar" la organización. El Consejo Ciudadano de Podemos, que el próximo sábado deberá refrendar el nombre de Echenique, analizará la situación política y la negociación para formar Gobierno es también una oportunidad para abordar el cambio organizativo de Podemos. Así lo defiende el secretario político, convencido de que ningún modelo organizativo es para siempre, lo que obliga al partido a adaptarse al nuevo ciclo político que se abrirá tras la investidura y la formación de Gobierno. El nuevo modelo debe apostar, según Errejón, por una mayor "federalización" y ampliar la construcción de movimiento popular. Es hora de renovar la "máquina de guerra electoral" diseñada para un "ciclo corto", enormemente exitosa pero que ha tenido también sus costes organizativos. Podemos "debe reconvertirse" para otro ciclo político "más pausado y sosegado", sostiene Errejón.

Ese nuevo ciclo está condicionado por la elección de un nuevo presidente, algo que, a poco más de un mes de que se cumpla el plazo para ir a nuevas elecciones si no hay investidura, no tiene visos de solución. Pedro Sánchez volvió a sugerir ayer la posibilidad de un Gobierno de coalición en el que se integren Ciudadanos y Podemos, solución que ahora descartan ambos socios potenciales. El líder socialista se reunirá hoy con Pablo Iglesias, quien le reiterará que Podemos es su única posibilidad de formar Gobierno y le pedirá que abra una negociación al margen de Ciudadanos. Esta posición la criticó ayer el exfiscal y exeurodiputado Carlos Jiménez Villarejo, una de ñas figuras señeras de la formación morada, disgustado con la posición "absolutamente hostil al diálogo y negociación" con fuerzas políticas que "se merecen que se les reconozca", aunque se disienta con su programa. Villarejo descalifica la "cerrazón" de Iglesias y confía en que Errejón pueda conseguir aproximarse a PSOE y C's.