La incertidumbre política obligará al PSOE a posponer su congreso federal, en el que deberá elegir secretario general del partido. La que fuera una de la cuestiones que más división interna suscitó a comienzos de año entre los socialistas se resolverá ahora con un amplio acuerdo.

La ejecutiva que encabeza Pedro Sánchez propone a las federaciones del partido aplazar la celebración del 39 Congreso, que iba a tener lugar entre el 20 y el 22 de mayo, hasta que no se resuelva la formación de gobierno. El aplazamiento, que se someterá el sábado próximo al Comité Federal, máximo órgano entre congresos, encontró "un amplio consenso" entre los líderes territoriales, según fuentes de la dirección socialista, que coinciden en la necesidad de evitar que el calendario del congreso, que se abriría a mediados de abril con la presentación de precandidatos, se desarrolle en paralelo a negociaciones para la investidura.

El cambio de fechas mantendrá en calma las aguas internas del PSOE, que se habrían agitado ante la posibilidad de otros candidatos disputaran a Pedro Sánchez, quien ya ha anunciado que se presentará, la secretaría general del partido, lo que socavaría su condición de aspirante a presidir el Gobierno.

El aplazamiento también propicia que la presidenta andaluza, Susana Díaz, disponga de más tiempo para resolver la duda de si disputa o no a Sánchez el liderazgo del partido. Aunque Díaz no se pronuncia sobre sus posibles aspiraciones orgánicas, el número dos de los socialistas andaluces, Juan Cornejo considera natural que haya mucho "runrún", pues "aunque no se haya postulado ni haya dicho nada, como líder de la federación y la institución más importante de las que gobierna el PSOE es normal que puedan apuntar hacia ella".

El Comité Federal acordará el sábado posponer el cónclave pero no parece probable que fije una nueva fecha, por lo que optará por un aplazamiento sine die, a la espera de que se despeje el panorama político. Ante esta incertidumbre, la ejecutiva del PSOE considera pertinente "aplazar el congreso hasta la formación de gobierno en España", informa en un comunicado. La dirección cree preciso primar "el calendario político e institucional por encima del orgánico".

La fecha del congreso fue una fuente de tensiones entre la ejecutiva y algunos barones territoriales. Desde Ferraz se propuso que el congreso fuera en junio, pero federaciones como Andalucía, Comunidad Valenciana, Asturias o Aragón presionaron para celebrarlo en mayo, como finalmente acordó el Comité Federal. El aplazamiento del congreso no despeja la incógnita de qué pasará si hay nuevas elecciones, puesto que el PSOE tiene que convocar primarias para elegir a su candidato, a las que Sánchez también anticipa que concurrirá.