La exconsejera de Presidencia y Deportes de Baleares Rosa Puig declaró ayer que las decisiones relativas a la contratación del Instituto Nóos las conoció después de que fueran tomadas por el director general de Deportes, José Luis "Pepote" Ballester, con la aprobación del presidente Jaume Matas. Puig fue una de las testigos que declararon en la decimoquinta sesión del juicio por el caso.

También declaró, entre otras varias personas, una antigua jefa de gabinete de Matas, Dulce Linares, quien aseguró que Matas ordenó emplear la fórmula del convenio de colaboración para contratar con el Instituto Nóos la organización de foros sobre deporte y turismo. Linares aseguró que el precio de 1,2 millones de euros le pareció "caro".