El secretario político y número dos de Podemos, Íñigo Errejón, trató este martes de restarle importancia a la situación interna por la que atraviesa el partido en varias Comunidades -la última, Madrid, tras la dimisión del secretario de Organización-. Así, se negó a hablar de crisis internas y ha defendido que su partido se caracteriza por debatir públicamente sus "diferencias", sin que ello suponga enfrentamientos orgánicos ni escisiones.

Sin embargo, medios de difusión nacional apuntan a que este episodio ha reabierto la pulsa entre los sectores del partido afines a Iñigo Errejón, entre los que estaba el propio dimisionario, Emilio Delgado, y los partidarios de Pablo Iglesias.

Errejón no quiso entrar en la nueva crisis interna que ha generado en la Comunidad de Madrid la dimisión del hasta ayer secretario de Organización, Emilio Delgado, que ha dejado su puesto denunciando la falta del liderazgo y la inacción del secretario general autonómico, Luis Alegre, quien además es cofundador de Podemos, miembro de la Ejecutiva nacional y estrecho colaborador del líder de la formación, Pablo Iglesias.

"Tenemos sólo dos años de existencia y nos han diagnosticado unas siete veces la ruptura", ironizó Errejón. Así, Errejón lamentó que desde la Asamblea de Vistalegre del otoño de 2014 en la que Podemos se constituyó oficialmente como partido, los intentos de visibilizar sus debates internos como rupturas y enfrentamientos han sido "una constante".

"Ha habido procesos abiertos en País Vasco y La Rioja y va a haber en Galicia y Cantabria. Nos alegramos de que quienes decidan sean los inscritos en cada caso", celebró el número dos de Podemos, citando cuatro de las regiones afectadas por las "diferencias internas" que, al menos en Galicia y Cantabria, siguen vivas y mantiene a la formación dividida.