Mariano Rajoy recurrió ayer de nuevo a la sátira en su réplica a Pedro Sánchez, al que advirtió: "Su fiesta ha llegado al final, esto ha sido una farsa y un fraude". Pero fue más allá y acusó al candidato de poner "las instituciones al servicio de sus intereses", y eso, añadió, "es corrupción".

Unas palabras en respuesta a las que minutos antes había pronunciado Sánchez acusando a Rajoy de corrupción por la "utilización partidista de las instituciones públicas".

Nada más empezar su intervención, el presidente en funciones anunció a Sánchez el "no" del Grupo del PP y lanzó la primera ironía: "Ah, ¿no lo sabía? Entonces he hecho bien en recordárselo". Pero hubo muchas más, y expresiones castizas como las que empleó en el debate del miércoles. Incluso se permitió citar por extenso, aunque con una ligera variación, unos versos de Campoamor: "En este mundo traidor, nada es verdad ni mentira, todo es del color del cristal con el que cada socio lo mira". Con esta pulla pretendía mofarse el presidente en funciones de la distinta interpretación que PSOE y C's han dado a las medidas de su acuerdo. Pero quiso rematar la faena denunciando que el líder socialista no llevó al Congreso "un programa de verdad" y que el PP no puede apoyar "un programa de ficción".

Y aprovechó para denunciar que el pacto con C's "solo busca demoler la obra del Partido Popular en los últimos cuatro años" y que Sánchez tiene "mentalidad de Adán, la de quienes piensan que el mundo empieza con ellos".

Tras reiterar su "no" a la investidura de Sánchez, el presidente del Gobierno en funciones consideró el programa planteado por el líder socialista como "un salir del paso" con medidas "que cada cual interpreta a la carta arrimando el ascua a su sardina".

Además, mostró su rechazo a la "contrarreforma" que pretende porque cree que es un riesgo para España, así como al deseo de cambiar por cambiar o por afán de novedad.