Fiel a su estrategia de captar la atención con gestos ajenos a la política, pero que incidan sobre ella, Pablo Iglesias gastó ayer la mitad de su intervención en revelar que la dirigente del PP Andrea Levy "bebe los vientos" por el diputado de Podemos Miguel Vila. El líder del partido del círculo se dijo encantado de que "el amor fluya" en la política española, y además de ofrecer su despacho a Levy y a Vila para que tengan intimidad, se dirigió a Pedro Sánchez para decirle, zalamero: "Pedro, solo quedamos tú y yo".

La cosa había empezado cuando Iglesias, nada más tomar la palabra, reveló a los atónitos diputados un "descubrimiento": que en el Pleno del miércoles había ocurrido "algo perturbador": el beso en la boca que se dieron él y el portavoz de En Comú Podem, Xavier Domènech.

El resto de su intervención (dos o tres minutos) lo empleó Iglesias en contradecir a Sánchez y asegurar que sí hay mayoría suficiente en el Congreso para sostener un gobierno de izquierdas. Y de ahí pasó a tirarle los tejos negociadores al secretario general socialista, llamándole a entablar conversaciones ayer mismo por la noche.

Los socialistas ya saben "lo que vamos a votar", reconoció Iglesias. Sin embargo, les llamó a ponerse "a trabajar" enseguida para formar un ejecutivo de cambio y de progreso. El líder de Podemos se inclina por la fórmula "valenciana", es decir, con Compromís, y además con IU y las confluencias.

"Le acepto el condicionante de que el PSOE esté en ese gobierno, pero acepte usted también como condicionante que nosotros también estemos", tentó el líder de Podemos al candidato.

Y para contestar a la afirmación de Sánchez de que no hay una mayoría de izquierdas en la Cámara, y para invitarle a negociar a lo largo de los dos próximos meses, Iglesias le dijo que al presidente del Gobierno en funciones "lo que le preocupa" es que el PSOE y Podemos lleguen a entenderse. "Acepte un gobierno de progreso. Nuestra mano está tendida", le pidió.

Terminó su intervención lanzando un beso al aire y diciendo que "ojalá a partir de ahora el acuerdo al que lleguemos pueda llamarse el acuerdo del beso".