Pablo Iglesias mantuvo ayer una sonrisa permanente e irónica durante el discurso de Sánchez, a quien, entre otros gestos teatrales, aplaudió con sorna cuando agradecía a Ciudadanos el pacto firmado con el PSOE. El líder de Podemos mantuvo la sonrisa mientras tomaba alguna nota en su cuaderno preparando ya la réplica de hoy. "¡Venga, Pablo!", le gritó un diputado del PSOE cuando Sánchez miraba a Iglesias para sugerir que las reformas que propone podrían empezar a acometerse la semana que viene si Podemos tuviese a bien apoyarlo.