La exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá, no dejará su cargo de senadora pese a las detenciones de antiguos colaboradores por irregularidades en la empresa pública Imelsa y la posible implicación de concejales y asesores del grupo popular municipal en un presunto caso de blanqueo en el Ayuntamiento. Barberá niega haber cometido delito alguno, por lo que asegura "muy fuerte y muy clarito" que no dimite. "Ni me lo planteo", afirmó ayer con rotundidad en la que fue su primera comparecencia pública desde que afloraron los escándalos valencianos que han puesto al PP en situación comprometida.

La que fuera alcaldesa 24 años lamenta las "mentiras impunes", "condenas mediáticas" y el "apaleamiento público" que está sufriendo. "Me quieren hacer aparecer como la jefa de una trama criminal y corrupta porque he dado voluntariamente mil euros para una campaña electoral sin que se me devolviera nada", expuso Barberá, quien se siente víctima de "las ansias irrefrenables de la izquierda" para que "desaparezca de la política".

Agradecimiento a Rajoy

Barberá, que agradeció el respaldo de Rajoy sin mencionar las sugerencias de renuncia hechas desde su propio partido, garantiza que nunca amañó ningún contrato en el Ayuntamiento de Valencia, donde las adjudicaciones las decidía la mesa de contratación. "Nunca me he quedado nada", dijo antes de relatar que reside en un piso de alquiler, no tiene coche, ni apartamento, ni segunda vivienda, que vive de su sueldo y que está dispuesta a gastar "hasta el último euro" de su patrimonio para restablecer su "honor y dignidad". Barberá justificó su silencio por el "total desconocimiento del sumario, que ha dado lugar a una dura y mediática instrucción judicial", marcada por filtraciones que la dejan en una "total indefensión".

La exalcaldesa de Valencia y senadora también criticó las voces que piden al PP su dimisión y consideró que se la está tratando con "mayor crueldad" que, por ejemplo, al alcalde socialista de Vigo, Abel Caballero, "que está investigado", o al secretario xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, "que luce cuatro imputaciones".

Barberá lamentó el trato que se le está dando cuando "nada ha hecho" y ha contrapuesto su situación con la de "los casos de corrupción milmillonarios de Cataluña" o el de los ERE de Andalucía.

Del mismo modo, lamentó que no se le pregunte "todos los días" al líder socialista, Pedro Sánchez, "si va a exigir dimisiones por los problemas de corrupción que tiene ese partido", algo que "si les preguntan todos los días" a sus compañeros populares.

Salvo al PP, a nadie convencieron ayer en el ámbito político las justificaciones de la exalcaldesa. "Ella ha dado las explicaciones que creía necesarias. Eso es lo que le pedía el PP. No se trata de juicios mediáticos, sino de juicios judiciales. Y las imputaciones las tiene que hacer un juez, no la opinión pública", apuntaba la vicesecretaria de Estudios y Programas del PP, Andrea Levy. Fernando Martínez Maíllo, vicesecretario de Organización y compañero de Levy en la dirección del PP, calificó de "muy valiente" la comparecencia de la exalcaldesa de Valencia.

"Limpieza seria"

El sucesor de Barberá al frente de la corporación local valenciana, Joan Ribó, de Compromís, considera "imprescindible que el PP haga una limpieza seria, la que corresponde cuando nueve de sus diez concejales están investigados". Compromís estudia la posibilidad de que el parlamento valenciano revoque la designación de Barberá como senadora en representación de la cámara regional por su negativa a comparecer en la misma. El próximo lunes está convocada en la comisión parlamentaria que investiga la "operación Taula", el presunto cobro de comisiones por la adjudicación de contratos de la Generalitat.

El portavoz municipal de los socialistas valencianos, Joan Calabuig, responsabiliza a la exalcaldesa del deterioro de la imagen que supone para la ciudad su vinculación con la corrupción. Calabuig se sumó a las peticiones de renuncia de Barberá para acabar con su "prolongada agonía" y criticó que "se parapete en su aforamiento para no dar explicaciones ante la justicia".

Para el portavoz de Podemos en el Senado, Ramón Espinar, la exalcaldesa de Valencia y senadora es responsable política de lo ocurrido bajo su mandato en el Ayuntamiento por lo que no debería seguir siendo senadora "ni un minuto más". La rueda de prensa Barberá es "un episodio más de berlusconización del Partido Popular", según Espinar, quien rechaza que exista "ninguna conspiración" contra la ahora senadora .