Ciudadanos cree que los avances logrados en las negociaciones con el PSOE peligran y que el acuerdo global está "en riesgo", porque el plazo límite dado a los socialistas para rubricarlo finaliza mañana. Sin embargo, el vicesecretario general de C's, José Manuel Villegas, no ocultó ayer la intranquilidad de su partido ante lo que pueda resultar de la reunión "a cuatro" que hoy mantendrán representantes del PSOE, IU, Compromís y Podemos.

Ciudadanos seguirá con atención esas negociaciones para impedir que nada de lo que se negocie entre las cuatro fuerzas de izquierda resulte "incompatible" o "interfiera" en las conversaciones con el PSOE.

Y es que los socialistas ya no pueden seguir posponiendo la resolución del dilema al que se enfrentan desde hace dos semanas: el pacto con Ciudadanos y el pacto con Podemos (más Compromís e IU) se autoexcluyen. Albert Rivera quiere llegar a un acuerdo de investidura -lo mismo que los socialistas-, que después desea extender al PP, pero el PSOE rechaza de plano esa posibilidad. Pablo Iglesias quiere una coalición de Gobierno con él de vicepresidente de Pedro Sánchez, pero este se niega a tratar al líder de Podemos de igual a igual e insiste en no hablar de "sillones".

En el primer caso, el pacto PSOE-C's se traduciría, como mucho, en una abstención de C's en la sesión de investidura, pero Podemos votaría en contra. Lo mismo que ocurriría en el segundo caso de no acceder Sánchez a las exigencias de Iglesias.

A lo que sí puede aspirar el líder socialista es a reunir los suficiente apoyos como para colocar a Podemos en la disyuntiva de apoyarle o ir a otras elecciones. Pero, para estar en condiciones de meter esa presión a Iglesias, antes debería convencer a C's de que trocara su abstención en voto afirmativo, y de que el PNV, Compromís e IU siguieran su ejemplo. Y, por hablar solo de los dos últimos, ninguno accedería a sufragar en el mismo sentido que los de Rivera.

En cualquier caso, la reunión de hoy tiene, sobre el papel, entidad suficiente como para inquietar a C's. Aunque si Podemos no retira ninguno de sus vetos ni sus "líneas rojas" -sobre todo, el referéndum catalán-, el acuerdo será imposible. Y lo mismo si sigue firme en su empeño de hablar del reparto de carteras.

El impulsor de la reunión, el diputado de IU Alberto Garzón, pidió ayer a los representantes de Podemos, Compromís y el PSOE que acudan al encuentro que "sean claros y sinceros" y "estén a la altura de un momento histórico".

Los socialistas cumplieron y su secretario de Organización, César Luena, proclamó: "Hoy es posible un cambio en España. Hoy es posible que arranque la legislatura con un Gobierno progresista, reformista y estable y que no haya elecciones como quieren otros". Pero su homólogo de Podemos, Sergio Pascual, prefirió continuar con la presión sobre el PSOE, pues celebró que por fin se siente a hablar con "quienes serían sus socios naturales de Gobierno".