La dirección del PP estrecha el cerco sobre la exalcaldesa de Valencia Rita Barberá de quien busca "un gesto generoso" que se plasme en la renuncia a su escaño de senadora. Aunque Barberá, que goza de la condición de aforada, no ha sido investigada (imputada) en el caso Imelsa, sí lo han sido, por el contrario, todos los concejales que integraban el grupo municipal popular, que ella presidía.

El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, fue ayer el encargado de reclamar el "gesto generoso" a Barberá, alcaldesa de Valencia durante 24 años. Casado cree que la política popular debe "dar un paso atrás" para evitar que se hable de ella y del PP y facilitar, añadió, que se hable de casos de corrupción que afectan al PSOE y otros partidos.

La única medida que el PP ha podido tomar ahora frente a Barberá ha sido evitar que repita como presidenta de la Comisión Constitucional del Senado. Por lo demás, la senadora valenciana, que lo es por designación de la cámara autonómica, no solo está aforada sino que, al formar parte de la Diputación Permanente de la Cámara, seguiría estándolo en caso de disolución del Senado por convocatoria en las próximas semanas de elecciones generales anticipadas.

Algunas de sus compañeros de bancada en la Cámara Alta también se pronunciaron ayer contra la senadora, al afirmar que debería dimitir y devolver su acta ante la envergadura de las investigaciones por corrupción que afectan al Ayuntamiento de Valencia bajo sus mandatos.

En todo caso, quien ayer se pronunció con mayor dureza contra Barberá fue su compañero de partido y expresidente de la Comunitat Valenciana Alberto Fabra, quien sostuvo que es "difícil creer" que no supiera nada de lo que sucedía en su grupo municipal cuando todo "su entorno" está siendo investigado en la llamada "operación Taula", que ha destapado una red de comisiones en torno a la empresa Imelsa y sospechas de blanqueo de dinero del PP valenciano a través de los concejales populares a las órdenes de Barberá. Según las investigaciones, los concejales hacían donaciones al partido que éste les devolvía posteriormente en billetes de la "caja B".

A este respecto, el abogado José María Corbín, marido de Asunción Barberá (hermana de la exalcaldesa) ha negado cualquier implicación de su esposa en esa trama de blanqueo de capitales y lo ha hecho de una forma que ayer mismo fue considerada desafortunada por numerosos observadores: "Permitidme la licencia, si yo me entero de que mi mujer ha dado 1.000 euros (al PP) la corro a bofetadas". Por su parte, según Europa Press, que cita fuentes populares, Barberá está muy enfadada porque cree que el Partido Popular no la ha defendido como ella entiende que se merece en este caso.

Sus propios compañeros de filas la han pedido, primero que diera explicaciones y después que "de un paso atrás". Lo hizo el vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez-Maíllo, quien aseguró que Barberá "tiene que dar las explicaciones correspondientes".

También se las pidieron en días pasados tanto la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, como la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre.