El candidato del PSOE, Pedro Sánchez, ve que hay "mimbres" para conseguir que fragüe "una alianza progresista de cambio", no obstante la "complejidad" que reconoce que revisten las negociaciones para hacerla posible.

Sánchez cerró ayer con el PNV la primera ronda de contactos con representantes de otros partidos para buscar un acuerdo de gobierno. Antes, el secretario general del PSOE se entrevistó con los líderes de Ciudadanos -partido con el que ya tiene en marcha una mesa de diálogo-, Podemos -que exige, para empezar a negociar, que C's sea descartado como interlocutor-, IU y Compromís.

Como ya hizo el viernes, Sánchez dijo que el diálogo que ha emprendido deber ser "plural" y sin "vetos". Así que, ante el ultimátum del líder de Podemos, Pablo Iglesias, Sánchez volvió a pedirle "dejar a un lado los vetos" al ser más las cosas que "les unen".

"La puerta sigue abierta, nuestra mano está tendida y esperamos que reconsideren su posición y que hablen y negocien con nosotros sobre cuestiones que importan a los votantes de Podemos y con los que compartimos muchas de esa preocupaciones".

El secretario general reiteró que "necesita tiempo" para afrontar la investidura, pero es optimista ante la negociación que se abrirá la próxima semana. "Creo que hay mimbres dentro de toda esa complejidad para que se pueda construir una alianza progresista de cambio, que es lo que esperan los españoles", concluyó, poco antes de que el exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra arremetiera contra Podemos. Sin citar al partido morado ni a Iglesias, Guerra consideró una "infamia" que "unos niños malcriados, que confunden la novedad con la mala educación, se permitan como una pataleta infantil identificar al Partido Socialista como el 'búnker'".

En alusión a Iglesias, Guerra criticó a "uno de los nuevos políticos, uno de esos 'adanes' que pretenden que con ellos se inauguró el mundo", y volvió del revés la comparación, pues él sí encuentra "semejanza de posición entre estos jóvenes altaneros y el 'búnker' que se opuso a la transición política en febrero de 1981".

"Vivimos una etapa en la que los nostálgicos han dado pasado a los adanistas" y al discurso de que "todo lo nuevo es mejor que lo anterior". "Olvidan que lo importante no es que sea viejo o nuevo, sino bueno en lo que se hace", subrayó Guerra, al mismo tiempo que reconoció que cuando escucha "identificar como 'búnker' a la organización que tanto ha sufrido", piensa que "alguien tiene que ponerse en pie y recordar que gente" así "pervierte las palabras".