"Gracias señor, gracias Majestad, agradezco y acepto". Esas fueron las palabras del líder del PSOE, Pedro Sánchez, a Felipe VI cuando el Rey le comunicó ayer a media tarde, por teléfono, que le iba a proponer como candidato a la Presidencia del Gobierno. Fue tras la entrevista del monarca con el presidente en funciones, Mariano Rajoy, un encuentro de tres cuartos de hora en el que el líder del PP reiteró que carecía de apoyos suficientes para encarar con éxito un proceso de investidura. El presidente del Congreso, Patxi López, hizo después pública en la Cámara Baja la propuesta de Felipe VI.

Un Pedro Sánchez pletórico -que desde el peor resultado electoral de su partido se ha visto aupado a la condición de presidenciable por la renuncia de Mariano Rajoy a afrontar la investidura- aseguraba ayer, tras hacerse pública la encomienda del monarca, que su intento va "en serio" y pedía "al menos un mes" para aglutinar los apoyos necesarios, que piensa recabar a derecha e izquierda.

El secretario general del PSOE reconoce la dificultad del desafío de su intento de formar gobierno, con el único respaldo garantizado de los 90 diputados de su partido y unas pésimas expectativas en un contexto político cargado de exclusiones y líneas rojas. "Abro la mano y espero que también lo hagan el resto de fuerzas políticas. No hablemos de vetos y de tácticas partidistas porque haremos un flaco favor a la esperanza de cambio de millones de españoles", afirmó.

Independentistas

Indicó que hablará con todos, pero insistió en que no buscará el apoyo expreso de los independentistas para su investidura. En todo caso, Sánchez no aclaró qué hará si la abstención de estos partidos es imprescindible para convertirle en presidente del Gobierno.

Las negociaciones mantienen en pie exclusiones como la expresada ayer, por el líder de Podemos, Pablo Iglesias, que le reiteró que n o podrá sumar los votos de Podemos y Ciudadanos. Iglesias lamentó además que Sánchez no haya respondido hasta ahora a su propuesta de gobierno en coalición, con él como vicepresidente, lanzada hace ya diez días.

El PP espera ahora que sea Pedro Sánchez quien llame a su puerta, momento que Rajoy ya anticipó días atrás que llegaría. Con sus 123 diputados, los populares son el mayor bloque de la Cámara y resultan indispensables para los grandes asuntos de esta compleja legislatura. Así lo reconoce el ahora aspirante a presidente, quien ayer descartó impulsar una reforma constitucional "que no cuente con el PP" y anticipó que buscará el "consenso de todos" en ese punto. El PSOE "defenderá siempre la integridad de España y el respeto a la Constitución" y al mismo tiempo buscará una solución basada "en el diálogo" para garantizar esa integridad, enfatizó Pedro Sánchez tras recibir el encargo del Rey. Ante el debate soberanista en Cataluña "la ley no basta" y "hace falta política", "hay que poner encima de la mesa soluciones basadas en el diálogo". La "propuesta clara" de los socialistas es reformar la Constitución para "avanzar en un Estado federal que garantice la unidad de una España diversa".