El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha anunciado este sábado que cualquier acuerdo de gobierno al que pueda llegar con otras formaciones políticas se someterá a una consulta no vinculante de los militantes socialistas y pasará "todos los filtros y garantías posibles" de los órganos del partido.

Sánchez ha asumido este compromiso durante su intervención en el Comité Federal reunido en la sede de Ferraz con la presencia de todos los barones del partido. "Todas las negociaciones que se puedan abrir serán en abierto, con luz y taquígrafos. Que nadie se preocupe", ha asegurado Sánchez ante los recelos que un posible acuerdo con Podemos suscitan en algunas federaciones.

Por ello, se ha comprometido a que cualquier pacto de gobierno que se pueda adoptar si el Rey le encarga la investidura, "tendrá todos los filtros y garantías posibles" y será ratificado por el Comité Federal. "Y también os digo: haremos una consulta a la militancia del PSOE", ha añadido Sánchez.

Esta medida es inédita en la historia del PSOE puesto que las consultas a los afiliados se habían ceñido hasta ahora a las primarias para elegir secretario general o candidato a presidente del Gobierno o de gobiernos municipales y autonómicos.

Sánchez ha recordado que fue elegido secretario general en julio de 2014 por el voto directo de las bases y que ya entonces se comprometió a que "en aquellos momentos decisivos de la historia de España que necesitaran del concurso y del apoyo de la militancia" contaría con su opinión.

La consulta a la militancia será anterior a la votación de ese acuerdo en el Comité Federal y, aunque la decisión de las bases no tendrá una vinculación orgánica, sí "comprometerá políticamente" a ese órgano, según la dirección del partido.

Esto aboca a los barones más críticos con Sánchez a aceptar lo que decidan los militantes, a priori más proclives a avalar pactos con las formaciones de izquierdas. Fuentes socialistas han explicado que los Estatutos del PSOE no prevén consultas a los militantes como la anunciada hoy por su secretario general, Pedro Sánchez, por lo que la comisión ejecutiva elaborará unas "bases reguladoras" de su funcionamiento, si Sánchez llega a algún acuerdo.

Para ello, se tomarán como referencia el reglamento federal de primarias y el de congresos, que también se utilizaron para regular la consulta de julio de 2014 en la que Sánchez fue elegido líder del partido.

Como los estatutos del PSOE establecen que su "política de alianzas" la decide el Comité Federal, el resultado de la consulta a las bases se someterá a la ratificación de ese órgano -el de máxima representación entre congresos-, han confirmado las fuentes.

Las "bases reguladoras" de la consulta fijarán el censo de militantes que pueden votar (unos 197.000), dónde y cuándo se vota, los plazos y el procedimiento de la votación.

Llamamiento a la unidad

El secretario general ha hecho un llamamiento al partido para mantener la unidad y dejar atrás las divisiones internas para hacer posible la formación de un gobierno progresista y reformista.

"Os pido que de aquí salgamos como lo que somos. Que demostremos a la gente que el PSOE es uno; que ante la encrucijada en la que se encuentra España da un paso al frente y no elude sus responsabilidades. Estamos en pie para transformar otra vez España. Lo hicimos dos veces y lo volveremos a hacer una tercera", ha prometido.

Sánchez ha rechazado que "ambicione el sillón" de presidente del Gobierno "a cualquier precio" y ha replicado a los que le acusan de eso que él ya sabe lo que es estar en el paro.

"No voy a ser presidente a cualquier precio, pero tampoco estoy dispuesto a que los españoles paguen el precio de cuatro años más de políticas de derechas. Lo último que me preocupa es mi futuro", ha advertido.

El líder del PSOE ha advertido a "los nuevos partidos", en alusión a Podemos, al que no ha citado en todo su discurso, de que para intentar conformar un nuevo gobierno no va a hablar "sobre la composición del Ejecutivo, sobre sillones".

"El cambio no es de personas sino de políticas; por eso, no vamos a hablar de sillones", ha insistido Sánchez, que parafraseando al antiguo dirigente de IU Julio Anguita, ha destacado que cualquier negociación deberá basarse en "programa, programa y programa".

El secretario general socialista ha insistido en su disposición al diálogo con otros partidos, pero ha subrayado que los que hablen con el PSOE tienen que huir "de los sillones y de los frentes".

Para Sánchez, antes del "quién" es necesario hablar del "para qué" y por eso ha apostado por tender la mano "a izquierda y derecha" para conformar un Gobierno progresista y reformista.

Ha lamentado, en referencia a Podemos y al PP, que durante las últimas semanas los socialistas hayan sido víctimas de la "arrogancia y los desplantes", pero ha defendido que él ha contestado con "respeto". "También somos distintos a otras formaciones políticas", ha apostillado el secretario general.

Avalado por los barones, Sánchez ha marcado distancia con la postura expresada por el expresidente Felipe González y otros históricos dirigentes alertando del pacto con Podemos e inclinándose por una abstención ante el PP para facilitar la estabilidad.

Sánchez ha emplazado a Rajoy a que "abandone toda esperanza", porque "el PSOE no va a indultarlo con su voto" en la investidura.

Ha argumentado que la "estabilidad" que necesita España "no la puede dar un partido carcomido por la corrupción" y ha vuelto a reclamar al líder del PP que, "si no se presenta a la investidura, mejor se vaya a casa".

El líder del PSOE se ha mostrado dispuesto a dialogar con Rajoy, "cuando quiera", pero le ha advertido: "Escuchará cosas que no le van a gustar. Le diré que tiene que acudir a la investidura y, si no, que se vaya a casa y desbloquee la situación".