El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, exigió ayer a Pedro Sánchez que "se aclare" y decida ya con quién tiene intención de pactar, porque cree que es el líder socialista quien tiene ahora la "llave" para hacerlo. Seis días después de declinar el ofrecimiento del Rey de presentarse a la investidura, el líder del PP aseguró que no es él, sino Sánchez, que quiere ser presidente del Gobierno, el "obstáculo" para un acuerdo con el PSOE.

Por eso urgió al secretario general socialista a tomar una decisión. "Si el señor Sánchez no quiere saber nada del PP, lo que espero es que dé una solución a esta situación", dijo Rajoy, quien, en cualquier caso, volvió a insistir en su oferta de una coalición con PSOE y Ciudadanos.

Una oferta que un día más rechazó la dirección del PSOE: si gobierna el PP no será "ni con el voto a favor ni con la abstención" de los socialistas, como anunció la secretaria de Política Municipal del partido, Adriana Lastra.

Además, el "número dos" del PSOE, César Luena, aseguró que si la próxima semana el Rey encarga a Sánchez intentar la investidura el líder socialista asumirá esa responsabilidad y abrirá negociaciones con todos los partidos para intentar formar un gobierno "reformista, progresista y estable".

Eso sí, para remachar por enésima vez la negativa de su partido a dialogar con el PP, el secretario de Organización, César Luena, señaló que entenderse con el PP de Mariano Rajoy para facilitar que haya gobierno en España "es una manera de indultarlo, de blanquearlo", ante los casos de corrupción que se están conociendo.

Para Luena, la oferta "a la desesperada" planteada por Rajoy de respaldarle para ser reelegido como presidente a cambio de que el PP dé estabilidad a los gobiernos autonómicos y municipales donde gobierna el PSOE es "un fraude a la democracia".

"El PP tiene que pagar en la oposición lo que ha hecho sistémicamente durante muchos años para que se regenere y contribuya a la regeneración de la democracia", acabó Luena.

Mientras tanto, el secretario general continúa con su ronda de encuentros con los barones socialistas previa al decisivo comité federal del sábado, y del que se espera que salgan nuevas directrices para pactar o se confirmen las actuales.

Sánchez se reunió con el valenciano Ximo Puig, quien pidió que su partido no facilite "de ninguna manera" la formación de gobierno al PP y a Rajoy ante el "descrédito" ocasionado por los casos de corrupción que le afectan.

Pero no solo el líder del PP piensa que es a Sánchez a quien le corresponde mover ficha. También Podemos insiste en que son los socialistas quienes ahora tienen la "pelota en su tejado".

La dirección de Podemos mira con "gran expectativa" el cónclave socialista del sábado y creen que el PSOE tiene la "responsabilidad" de decidir si abre la puerta a un Gobierno de cambio o prefiere "encerrarse en la habitación" de la pasada legislatura, que, en palabras de la diputada Carolina Bescansa, fue la más "siniestra" de la democracia.

No obstante, los contactos entre PSOE y Podemos, como admitió Bescansa, son "prácticamente inexistentes", y no han abierto aún "una negociación como tal" para formar Gobierno.

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, sigue "a la espera" y admite que no da "crédito" a la actitud de Sánchez, con quien no ha vuelto a hablar desde el pasado domingo.

A la crucial reunión del sábado también se refirió la presidenta de la Junta de Andalucía y secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz. La mandataria andaluza asegura que su postura sobre las negociaciones para formar el nuevo gobierno no ha variado "ni un milímetro" y, por lo tanto, sigue sosteniendo que su partido no puede permitir que Rajoy vuelva a gobernar ni tampoco asumir un proceso de investidura de Sánchez "si los compañeros de viaje son los separatistas".

Entre tanto, en la ronda de contactos que celebra el Rey desde el miércoles, ayer fue el turno del líder de IU, Alberto Garzón. Tras el encuentro, el diputado apremió al PSOE a desoír los "cantos de sirena" para formar una gran coalición con PP y C's y a sentarse ya a negociar con Podemos, evitando así que el bloqueo de la investidura continúe "toda la eternidad".

El líder de C's, Albert Rivera, fue muy crítico con Rajoy por "comprometer" al Rey al declinar la propuesta de investidura, aunque dijo que no se puede "arrinconar" al PP, pese a la corrupción y las "mochilas" que arrastra, y tiene que estar en las negociaciones.

Pese a ello, el secretario de Comunicación de C's, Fernando de Páramo, considera "muy difícil" que Rajoy pueda "abanderar" todos los cambios y reformas que necesita España.