La "vieja guardia" del PSOE recurre al comodín de Felipe González con el objetivo de poner freno a la difícil espiral en la que se encuentra el partido. El carismático líder socialista pretende hacer llegar un mensaje a Pedro Sánchez antes del comité ejecutivo convocado para el próximo día 30: que las cesiones a los independentistas pasarán factura y que el abrazo de Podemos es, en realidad, el del oso, capaz de estrangular a un PSOE ya en crisis.

Los barones que han llevado el peso de ser la voz crítica con los pasos de Pedro Sánchez y su ejecutiva intuyen que su estrategia es poco efectiva. De hecho, el caballo inicial de batalla fue el de forzar a Sánchez a que celebrase dentro de lo previsto un congreso. Ahora esa tesis ha quedado orillada, a la vista de que, por un lado, la resistencia de Sánchez y los suyos fue mayor de la esperada y también puede tener consecuencias de desgaste en los territorios que cada uno gobierna. No obstante, la presidenta andaluza, Susana Díaz; el asturiano, Javier Fernández; el extremeño, Guillermo Fernández-Vara, y el castellano-manchego, Emiliano García Page, continuarán con su advertencia de que los guiños al independentismo son inadmisibles.

Pero esta vez la "vieja guardia" está dispuesta a dejar clara su posición como medida mayor de presión. Lo más probable es que no sea el propio Felipe González quien haga público su parecer, señalan fuentes socialistas, sino que algunos de los referentes clásicos del PSOE actuarán de altavoces. Según varios medios, González se reunirá con destacados exdirigentes socialistas para tratar de hacer llegar un mensaje común. Entre ellos, principalmente, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien ya fue drástico al criticar a Pablo Iglesias tras ofrecerse como vicepresidente de un Gobierno de Pedro Sánchez. "Es la primera vez que oigo en mi vida ofrecer un acuerdo de Gobierno insultando gravemente al partido con el que quieres acordar", escribió el exlíder socialista en su perfil de la red social Facebook.

Una de las principales inquietudes está en decisiones como la de "prestar" diputados a ERC y Democràcia i Llibertat para que pudiesen formar grupo en el Senado. Alfonso Guerra ya expresó como opción hace días que el PSOE se abstuviese para permitir gobernar a Mariano Rajoy. La otra alternativa para el que fue número dos de Felipe González sería volver a celebrar elecciones. "Del comité federal debería salir claro que no cabe apoyarse en los secesionistas a costa de ningún peaje y que no puede tolerarse a Podemos su actitud, que ya lo descalifica como socio", sostienen los dirigentes socialistas que ven en la estrategia de Pedro Sánchez un callejón de difícil salida para el PSOE.