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Carrera por la presidencia del Gobierno · Consultas con el Rey

Iglesias presiona a Sánchez incitándole a formar un Gobierno con él de segundo

- Reclama la vicepresidencia y un Ministerio de la Plurinacionalidad, entre otras carteras -"Que Sánchez sea presidente es una sonrisa del destino que me tendrá que agradecer"

El "gobierno en la sombra" de Podemos | El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, compareció ayer en el Parlamento con algunos de sus "ministrables" de cara al Gobierno que propone: el exJefe del Estado Mayor Julio Rodríguez (izq.), el portavoz de su confluencia catalana Xavier Domènech (2i), Irene Montero (3i), Victoria Rosell (3d), Íñigo Errejón (2d) y la gallega Carolina Bescansa (d.).

El día de ayer, rico en anuncios inesperados y pródigo en nuevas incertidumbres, empezó con una oferta de Pablo Iglesias a Pedro Sánchez para formar Gobierno, pero solo si el secretario general de Podemos tiene reservada la silla del vicepresidente. El movimiento de Iglesias cogió al secretario general de los socialistas con el pie cambiado; tanto, que tuvo que recurrir a la ironía para salir del paso: "El Rey me ha informado sobre la propuesta de Pablo Iglesias: entré en Zarzuela sin Gobierno y parece que tengo los ministros y ministras ya nombrados".

Esa ironía y el malestar de muchos destacados socialistas por la "humillación" -manifestado a lo largo de un día muy agitado- prueban que la oferta de Iglesias a Sánchez es un regalo envenenado.

El líder de Podemos mete presión a su homólogo socialista para que se proponga como candidato a la investidura, apoyándose en un pacto a varias bandas y con no menos de media docena de partidos -algunos de ellos independentistas- del que sabe que los barones recelan. Lo que sí ha dejado claro ya el secretario general de PSOE a Pablo Iglesias es que cualquier negociación tiene que partir de una relación de confianza y no de "desconfianza". A eso no ayuda que el líder de Podemos haya dicho que el que Sánchez sea presidente es "una sonrisa del destino" que le tendrá que agradecer.

Pero la "pinza" a Sánchez la completó horas después Mariano Rajoy, al declinar presentarse a la investidura "de momento" porque carece de apoyos suficientes para ser presidente del Gobierno.

Rajoy le dice a Sánchez que es su turno, que el socialista sí tiene apoyos y le obliga a retratarse, a sabiendas de que los pactos -varios- que el líder del PSOE necesita armar están todavía por hacer.

Por eso no debe extrañar que el presidente del Gobierno en funciones decidiera declinar la propuesta del Rey de someterse a la investidura después -y no antes- de escuchar y ver la escenografía "de gabinete" y reparto de carteras que Iglesias le había lanzado a la cara a Sánchez por la mañana, tras reunirse en la Zarzuela con Felipe VI.

Iglesias y Sánchez -por ese orden- se entrevistaron con el monarca por la mañana. Rajoy lo hizo por la tarde. El secretario general del PSOE se quedó, nuevamente, en el medio. Otro remedo de la "pinza". Y ahora, para los socialistas, el presidente del Gobierno es ya un "antisistema" por declinar la investidura. Los extremos se tocan.

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