La vicepresidenta primera del Congreso, Celia Villalobos, reconoció ayer que su comentario sobre las rastas fue "muy desafortunado" y una "idiotez", por lo que pidió perdón al tiempo que defiende el derecho de "todos los seres humanos" a equivocarse. Villalobos no cree que sus comentarios fueron en un contexto "de broma" y se malinterpretaron. "No me estaba metiendo con ese diputado", insistió en referencia al parlamentario de Podemos Alberto Rodríguez. El actual arco parlamentario representa a la sociedad de 2016, afirma Villalobos, y lo compara con fotografías de 1986, donde "vestían diferente" y, además no había mujeres en la Mesa de la Cámara. "Me siento perfectamente tranquila y a gusto con la vestimenta", afirmó.