El Parlament aprobó ayer por unanimidad devolver la extra de 2012 a los funcionarios de forma prorrogada, y a lo largo de tres años, después de alcanzar un acuerdo con la oposición y los sindicatos. Con este acuerdo "in extremis", el grupo de Junts pel Sí (JxS) evita su primera derrota en la Cámara, ya que la CUP había anunciado que se aliaría con la oposición.

La extra de los funcionarios se pagará a lo largo de 2016, 2017 y, si es necesario, el primer trimestre de 2018, si bien los detalles de los pagos se concretarán posteriormente en la mesa de la función pública.

Todos los grupos de la oposición, incluida la CUP, habían presentado una propuesta de resolución para devolver la paga extraordinaria de 2012 a los funcionarios catalanes, si bien JxS presentó una enmienda alegando que la Generalitat no podía hacer frente a este pago de forma inmediata.

Este hecho suponía el primer desencuentro entre JxS y la CUP en el Parlament, lo que abocaba al grupo del Gobierno de Carles Puigdemont a perder la votación.

En el pleno de ayer, Puigdemont se comprometió a llevar a Cataluña "a las puertas de un nuevo Estado" en un año y medio, en el que quiere avanzar hacia la independencia con "calma y cautela" y explorando acuerdos con la oposición.

Al comparecer para explicar la composición del Gobierno, Puigdemont expresó su voluntad de reunirse con todos los grupos parlamentarios para ver qué "puntos del itinerario" pueden, pues no quiere "autolimitarse" al acuerdo de investidura con la CUP. De hecho, ofreció a Catalunya Sí Que es Pot "intentar llegar a acuerdos presupuestarios" en asuntos que cree que pueden compartir.