Ni por encima de mi cadáver me voy a declarar culpable y a conformar con una pena de la fiscalía: tengo la razón, digo la verdad y tengo pruebas para demostrar mi inocencia. Si me tienen que aplastar, que me aplasten, pero no he cometido ningún delito". Así de contundente se muestra Diego Torres, el antiguo "número dos" del Instituto Nóos, tras la primera y maratoniana sesión del juicio . Torres afirma sentirse "muy frustrado". "Han rechazado la práctica totalidad de mis pruebas propuestas y así no podré demostrar mi inocencia", argumenta.