La vicepresidenta primera del Congreso, Celia Villalobos, levantó ayer polvareda al afirmar que a ella no le importa que haya diputados con "rastas" con tal de que las lleven "limpias para que", dijo, "no me peguen un piojo". La diputada del PP aseguró que le da igual que un diputado de Podemos, como el tinerfeño Alberto Rodríguez, o cualquier otro, sea del PP "o de donde fuera" lleve "rastas". Según dijo, está acostumbrada a convivir con ese tipo de peinado porque tiene sobrinos y familiares que las llevan.

Ante estas afirmaciones, Podemos publicó en Twiter un comentario de su diputado Íñigo Errejón, en el que responde a Villalobos: "Lo que lastra la higiene de un grupo parlamentario es la corrupción". En la misma línea respondió el diputado de Podemos en la Asamblea de Madrid Miguel Ardanuy, quien replicó a Villalobos que "ojalá" su partido "estuviera la mitad de limpio" que sus rastas.

La portavoz del Gobierno de Madrid, Rita Maestre, que también pertenece a la formación morada, se pronunció sobre los comentarios de Villalobos asegurnado que a una diputada se le presupone "buena educación". Tras la controversia provocada por las declaraciones de la vicepresidenta primera del Congreso, el portavoz del grupo popular en la Cámara baja, Rafael Hernando, trató de quitarles hierro e interpretó que las palabras de su correligionaria malagueña constituyen una "forma simpática de hablar" y no tienen "más trascendencia". Hernando mostró menos comprensión, sin embargo, hacia Podemos y, en una descalificación global a la actitud de los diputados del grupo de Iglesias, aseguró que "los numeritos y los espectáculos" que protagonizaron los representantes morados en la sesión constitutiva del Congreso fueron "una falta de respeto" hacia los ciudadanos.

Para el portavoz del PP, lo más relevante, y que pasó inadvertido, es que de los 9 integrantes de la Mesa del Congreso, 6 son mujeres, lo que no había ocurrido hasta ahora en democracia. Hernando señaló que "ahora que algunos hablan tanto de defender la igualdad, tendrían que haber caído en este hecho enormemente relevante".

Junto a las rastas de Alberto Rodríguez, la presencia de la diputada de Podemos Carolina Bescansa junto a su bebé siguió generando polémica ayer y dio pie a comentarios de diverso signo. La presidenta del Gobierno de Navarra, Uxue Barkos, consideró "respetable" la decisión de Bescansa al creer "positivo" el traslado del debate de la conciliación de la vida familiar y laboral a un pleno de la envergadura que tuvo el del miércoles. Radicalmente diferente fue la actitud del portavoz parlamentario del PP vasco, Borja Sémper, quien sostuvo que el hecho de que Bescansa asistiera al Congreso con su bebé es "un show que no sirve para nada".

Semper preguntó a la parlamentaria: "¿Qué va a hacer ahora, va a ir todos los días con el niño o solo era para esa foto?". Tras apuntar que esa imagen no ayuda a un debate "sereno y razonable" sobre el asunto que se pretende denunciar, Semper destacó que, a su entender, habría sido "más eficaz" que Bescansa hubiera presentado una proposición de Ley en favor de la conciliación de la vida laboral y familiar.