Sergio Morate se ha negado a hablar con el juez y la policía desde su detención. Pero cuando llegó a España extraditado de Rumanía, confesó el doble asesinato a los agentes que lo custodiaban en su traslado al juzgado de Cuenca y luego a la cárcel madrileña de Estremera.

Los policías han contado al instructor del caso que Morate fue frío y dió detalles. Contó que mató a Marina de forma premeditada y a Laura cuando ésta se presentó en el piso por sorpresa. Que solo le llevó cinco minutos asesinarlas y que llevó sus cadáveres hasta Palomera en el coche de un amigo y que esperó, como si nada, a que cayera la noche para deshacerse de ellos.

También ha declarado ante el juez el amigo que prestó el coche, a petición de la acusación particular de la familia de Laura