Los nuevos radares instalados por la Dirección General de Tráfico (DGT) en 70 puntos de la red de carreteras secundarias son capaces de detectar si el conductor no lleva el cinturón abrochado o si este circula utilizando el teléfono móvil, además de controlar la velocidad de lae marcha del vehículo. De apariencia muy similar a los radares actuales, según la DGT, están equipados con cámaras que pueden captar 50 imágenes por segundo, gracias a las cuales podrán detectar si algún ocupante no lleva el cinturón de seguridad bien abrochado o si el conductor va hablando por el móvil, así como reunir las pruebas necesarias para identificar el vehículo y tramitar la pertinente denuncia. La DGT incrementa así su esfuerzo por mejorar la seguridad en carreteras secundarias en las que, según los resultados de la última campaña de control, 1.349 conductores fueron denunciados por no utilizar cinturón de seguridad y otros 1.113 por utilizar el móvil al volante. En este sentido, 57 motoristas recibieron denuncias por ir sin casco.