Cataluña parece directamente abocada unas nuevas elecciones -y serán las cuartas en seis años- después de que la formación independentista y antisistema CUP anunciara ayer que sus diputados se van a abstener y no darán su apoyo a Artur Mas para investirlo presidente de la Generalitat.

Los diez diputados de la CUP se abstendrán si se celebra un nuevo debate para investir a Artur Mas, pero ayer pidieron a la alianza independentista Junts pel Sí (JxS) que "mueva ficha", es decir, que proponga a otro candidato. Dirigentes de Convergència, el partido de Mas, ya rechazaron de manera rotunda esta posibilidad. El plazo para presentar un nuevo candidato termina el 10 de enero. De lo contrario, la salida son unos nuevos comicios. El Parlament quedaría disuelto automáticamente y el presidente en funciones, Artur Mas, tendría que especificar de forma inmediata en un decreto la nueva fecha electoral. Sería entre finales de febrero y el 6 de marzo. Esta última es la fecha más probable.

Tras la reunión del Consejo Político de la CUP-Crida Constituent y de su Grupo de Acción Parlamentaria (GAP), que duró cinco horas, el secretariado nacional de esta formación confirmó que el 'no' a Mas se impuso al 'sí' por 36 votos a 30, con una abstención. Fuentes del secretariado precisaron que fueron los once votos de los representantes del GAP los que inclinaron finalmente la balanza a favor del 'no'. El voto de los representantes de las organizaciones externas (ligadas a Crida Constituent) fue decisivo, puesto que entre los miembros del Consejo Político de la CUP se había producido un empate técnico al votar por separado las dos propuestas (la del 'sí' y la del 'no') y obtener cada una 29 votos a favor, 27 en contra y 1 abstención.

A la rueda de prensa posterior a la reunión solo acudieron dos diputados favorables al 'no' a la investidura de Mas, Gabriela Serra y Sergi Saladié. No estaban presentes ninguno de que votaron a favor. Gabriela Serra quitó importancia a este hecho y afirmó que no tenía constancia de si el presidente del grupo de la CUP en el Parlament, Antonio Baños, piensa dimitir o no, tras este acuerdo. Tampoco aclaró si la decisión de descartar finalmente a Mas y propiciar nuevas elecciones puede provocar una fractura interna dentro de esta formación independentista y antisistema.

Serra sí insistió, en cambio, en reclamar a JxSí que "empiece a mover ficha" si quiere salvar la legislatura. A su juicio ese salvamento pasa por proponer a otro candidato alternativo a Mas, porque "el proceso (independentista) no acaba hoy y estaremos esperando nuevas propuestas". La diputada de la CUP aseguró que mantiene su compromiso de "proseguir el proceso hacia la independencia y hay CUP-Crida Constituent para mucho tiempo". Y advirtió: "Nadie debe pensar que dejamos de tener una organización como la que tenemos, que es independentista, anticapitalista y feminista".

También intervino el diputado Sergi Saladié, quien señaló que si en los pocos días que faltan para poder proponer a otro candidato, JxS lo hace y abandona el "inmovilismo" entonces "podemos avanzar hacia el mandato de conseguir la independencia". En este punto incidió en que "Artur Mas dijo hace tiempo que él no sería un obstáculo", por lo que "es el momento de demostrarlo". "Tenemos una mayoría absoluta independentista pero no para apoyar a un determinado candidato a la presidencia", añadió.

Gabriela Serra reconoció que, al final, las negociaciones con JxSí quedaron reducidas para la CUP en el "quién" es el candidato a la presidencia, y no son obstáculos ni el "qué" ni el "cómo" o el "cuándo", en alusión a la independencia de Cataluña.

La CUP pide a Junts pel Sí que "mueva ficha", pero Convergència Democràtica de Catalunya, el partido de Mas, integrado en esta coalición electoral, ya insiste en que "no hay candidato alternativo". "No es una cuestión de personas, es lo que representa", aseguraron fuentes de CDC, que afrontan así un escenario de elecciones anticipadas en Cataluña. Salvo que él mismo dé un paso atrás antes del 10 de enero y ceda la investidura a la vicepresidenta Neus Munté, Convergència ya da por hecho que Mas será su próximo cartel electoral. Un cambio de escenario parece difícil pues Mas había dicho por activa y por pasiva que él era el único candidato posible a la Presidencia de la Generalitat y ERC lo había avalado.

ERC, otro de los partidos integrantes del frente independentista de Junts pel Sí, ha convocado para hoy lunes a su ejecutiva nacional para analizar la situación. Su máximo líder, Oriol Junqueras, se limitó a enviar un mensaje en Twitter sin grandes concreciones. "Jamás nos cansaremos, jamás abandonaremos, jamás nos rendiremos. No lo hemos hecho nunca. Y jamás lo haremos. ¡Seguimos!", enfatizó en alusión a su apuesta por el proceso independentista.

Las reacciones a la decisión final de la CUP fueron múltiples a lo largo de toda la tarde de ayer. La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, se mostró sorprendida: "Me equivoqué y mucho. Siempre he pensado que al final la CUP ayudaría a hacer realidad el mandato democrático del 27-S. No ha sido así", dijo en su cuenta de Twitter.

También desde el frente soberanista catalán, el presidente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sánchez, pidió "perdón" por pedir el voto desde la entidad soberanista a cualquier opción independentista en las elecciones del 27-S. En su cuenta de Twitter escribió: "A todos los que confiaron en la ANC cuando pedimos el voto a cualquier opción independentista el 27-S y hoy os sentís engañados, os pido perdón". En un mensaje posterior en la misma red social, Sánchez afirmó que ahora se debe "rehacer" la voluntad de los catalanes, y confió en que todo lo que se ha hecho desde la ANCE en los últimos años no se pierda, y en que se construya un nuevo proyecto de unidad.

El líder del PP en el Parlament, Xavier García Albiol, afirmó que el rechazo de la CUP a investir a Artur Mas como presidente de la Generalitat debe afrontarse como la posibilidad de otras elecciones que sean "una buena oportunidad para recuperar el equilibrio, la sensatez y la responsabilidad". El dirigente popular en Cataluña añadió que los comicios también serían una oportunidad para "dejar a un lado las divisiones y la confrontación". Por eso, para él las elecciones no podrían verse como la segunda vuelta de ningún plebiscito sobre la independencia de Cataluña, y deberían afrontarse "para intentar que la sociedad catalana avance lo más unida posible".

Albiol dijo que esta oportunidad electoral es más importante que el hecho de que el proceso soberanista quede enterrado o no tras el rechazo de la CUP a Mas, aunque cree que el proceso sí queda afectado por el "espectáculo político" de las negociaciones postelectorales. Para él, los independentistas "no necesitan buscar enemigos exteriores" porque su desunión es clara, aunque se felicitó porque el rechazo de la CUP cierra una etapa que él considera "la más lamentable" de Cataluña en 35 años.

El líder popular insistió en que las nuevas elecciones abran "una nueva etapa con diálogo y consenso" en Catalunya, y confía en que la situación actual haga pensar a los electores.

Los socialistas también reaccionaron a la decisión de la CUP. El líder del PSOE, Pedro Sánchez, conversó con el secretario general del PSC, Miquel Iceta, a quien trasladó "todo su apoyo" en caso de que se celebren nuevas elecciones autonómicas. Fuentes socialistas subrayaron que el PSC tiene todo el apoyo de Ferraz y que una prueba de ello es que en caso de que se celebren elecciones, "Sánchez se volcará" en los comicios de la misma forma que hizo el 27-S. Desde el partido socialista destacan la "máxima confianza entre ambos", así como la "total sintonía" entre los dirigentes. El PSOE reprocha a Mas "la situación de ingobernabilidad" a la que ha conducido a Cataluña. Miquel Iceta tiene previsto pronunciarse hoy sobre el nuevo escenario político que se abre ahora en la región.

La portavoz del PSC, Esther Niubó, ya intervino ayer. Afirmó que el freno de la CUP a la investidura de Artur Mas como presidente de la Generalitat permitirá comprobar si el "gran tema" es la independencia de Cataluña o Mas. Niubó aseguró que esta situación representa el "fracaso político" del proyecto soberanista, y subrayó que el máximo responsable de esta situación es Artur Mas.

Preguntada sobre el papel del PSC en una nuevas elecciones en marzo, Niubó afirmó que se encuentran ante una oportunidad de que Catalunya tenga un gobierno "de progreso y estable" que deje atrás el relato de los soberanistas.

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ve estas nuevas elecciones en el horizonte como una oportunidad para acabar con "la corrupción, los recortes y la división". "Visto el fracaso de los partidos separatistas, los catalanes tendremos la oportunidad de dar fin a la corrupción, los recortes y la división", escribió en su cuenta de Twitter.

Por su parte la líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, también reaccionó en esta red social, para lamentar que Cataluña ha perdido tiempo, dinero y oportunidades a costa del proceso soberanista, pero añadió: "Saldremos de esta todos juntos".

Finalmente, el portavoz de Ciudadanos en el Parlament, Carlos Carrizosa, consideró que la decisión de la CUP de no investir a Artur Mas "es una oportunidad para tener, de una vez por todas, un Parlament y un nuevo Govern que sean respetuosos con la ley, serios, y que gobiernen para todos los catalanes".

Comicios

Así las cosas, los catalanes ya tienen casi marcada en su calendario una nueva cita con las urnas, previsiblemente en marzo. Serán sus cuartas elecciones autonómicas en los últimos seis años, tras la que habría sido su legislatura más corta después de las elecciones del pasado 27 de septiembre.

Los catalanes fueron convocados a las urnas el 28 de noviembre de 2010, comicios que dieron la victoria a CiU con 62 diputados -la mayoría absoluta son 68-. Las elecciones se repitieron en Cataluña el 25 de noviembre de 2012, de nuevo con victoria para la federación nacionalista. Sin embargo, el avance electoral forzado por Artur Mas supuso a CiU restar 12 escaños y quedarse con 50, lo que llevó a la federación a un pacto con ERC de estabilidad parlamentaria.

Nuevamente, el 27 de septiembre del 2015, los catalanes volvieron a votar, lo que dio la victoria a la coalición Junts pel Sí aunque de forma insuficiente, puesto que lograron 62 escaños.