Los dirigentes socialistas que defienden la celebración del 39 Congreso del partido según los plazos que marcan los estatutos darán un margen tiempo para que la Ejecutiva que encabeza Pedro Sánchez inicie el proceso de convocatoria del cónclave. Se descarta así, por ahora, iniciar movimientos como la recogida de firmas para forzar un Comité Federal que fije el calendario del congreso.

Pese a esta disposición a esperar la convocatoria del cónclave con "un mínimo aplazamiento", tal y como se comprometió la Ejecutiva a través del secretario de Organización, César Luena, la aguas internas siguen agitadas y persisten los ataques abiertos a Pedro Sánchez desde sectores críticos del partido.

El secretario de Acción Política, Patxi López, cuyo nombre está en la quinielas como candidato del PSOE a presidir el Congreso de los Diputados, considera que no existe una crisis de liderazgo en el partido y cree "lamentable el espectáculo público" que los socialistas están dando en momentos en los que, a su juicio, se deben centrar en la formación del Gobierno de España. López propone preguntar a la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, si está dispuesta a "forzar un relevo", y señala que, con la petición de dimisión de Pedro Sánchez hecha por 500 militantes de Madrid solo "se ayuda a quien quiere debilitar al PSOE".

La secretaria de Inmigración del PSOE madrileño, Eva Matarín, reprochó ayer a Pedro Sánchez su falta de "coherencia", por no aplicarse el mismo criterio por el que apartó al ex secretario general del PSM, Tomás Gómez. Matarín explicó que la reunión criticada por López fue una cena de Navidad en la que se reunió el sector crítico del socialismo madrileño, "para reflexionar sobre la situación que está viviendo el partido". La cena estaba ya prevista mucho antes del 20 de diciembre, pero tras los resultados de las elecciones la respuesta a la convocatoria desbordó las previsiones y obligó a cambiar de lugar. Finalmente, tuvo lugar en un restaurante en el que unas 500 personas ocuparon dos salones y hubo gente que no pudo entrar.

El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, asegura que la "urgencia" del PSOE es el "reposicionamiento político" y propone dejar de lado el "debate permanente sobre cuándo" debe ser el Congreso ordinario de los socialistas. "El cuándo es cuando toca. ¿Y cuándo toca? Pues ya ha pasado el tiempo y en los próximos meses se tiene que tomar la decisión", manifestó ayer . A su juicio, "es evidente que el PSOE tiene que hacer un análisis para ver de qué manera puede representar mejor a los que quiere representar, al espacio de centro-izquierda que es mayoritario en España y que queremos representar adecuadamente". Para Puig, el partido socialista tiene problemas en cuanto a la "ligazón con algunos sectores de clases medias". Por ello no se encuentra ante "un problema simplemente de liderazgo sino también de contenidos", lo que requiere "en un proceso de cierta tranquilidad".