El líder del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, avala que su partido, con Pedro Sánchez al frente, ponga el foco en la gobernabilidad de España y se ha mostrado partidario, implícitamente, de desplazar el congreso que los críticos quieren convocar ya con la convicción de que un cónclave en febrero "podría sonar a desconexión a los ciudadanos".

Frente a las intervenciones de otros compañeros de filas que en la reunión del Comité Federal pidieron que el congreso se mantenga cuando toca, Besteiro trasladó que los socialistas no pasarán "a la historia" en función de si el congreso de 2016 "se celebra en febrero o en abril".

Frente a ello, insistió en la necesidad de dar "prioridad" a la "gobernabilidad de España" y se reafirmó en que celebrar el congreso en febrero "podría sonar a desconexión". "Sí, el partido desconecta, como si fuera una pausa publicitaria", reflexionó, para insistir en que hay que "priorizar el interés de España".

Al margen, Besteiro se mostró satisfecho de que haya quedado "claro" cuál es la postura del PSOE, su voto en contra a Mariano Rajoy y a los socialistas, el respeto a que el partido más votado intente formar gobierno, y el hecho de que, si no lo logra, hay una segunda fuerza, que tiene "un modelo" para poner sobre la mesa.

Al respecto, subrayó que los socialistas no han modificado su postura y su prioridad es la "agenda social". También tienen claras -remarcó- cuáles son sus "líneas rojas" que no van a pasar. "Nadie nos puede pedir que cambiemos nuestra configuración de España", manifestó. Así, esgrimió que el PSOE ya definió cuál es su modelo territorial y el camino que defiende en su programa electoral, antes de añadir que son Podemos y las "Mareas" en las que concurrió en diversas comunidades como Galicia las que parecen "haber cambiado de prioridades".