España es el octavo país de la Unión Europea (UE) con más extranjeros residiendo en su territorio, que suman un 10,1% de su población, según los datos publicados hoy por la agencia estadística comunitaria, Eurostat.

España se encuentra tres puntos por encima de la media de la UE, que se sitúa en el 7 %, de modo que de las 46.512.199 personas que residían en el país en 2014, el 4,3 % eran ciudadanos de otros socios de la Unión y el 5,8 % provenían de otros países.

La mayor parte de los europeos que viven en España son rumanos (728.252 personas, un 16 %), británicos (310.051 personas, un 7 %) e italianos (180.822 personas, un 4 %).

Los marroquíes son la segunda comunidad de extranjeros más extensa en España, con 717.991 ciudadanos (15 %), mientras que los ecuatorianos representan el cuarto grupo más populoso, con 241.038 sujetos (5 %).

Los españoles, por su parte, no se encuentran entre ninguna de las cinco mayores comunidades de extranjeros en ningún país europeo.

Luxemburgo se encuentra a la cabeza de países con más residentes extranjeros, con un 45,3 % de los mismos sin la ciudadanía del Gran Ducado, muy por delante de Chipre (19,5 %), Letonia (15,2 %), Estonia (14,9 %), Austria (11,8 %), Bélgica (11,3 %) y España.

En el extremo opuesto se encuentran Polonia (0,3 %), Rumanía (0,4 %), Croacia, Lituania y Bulgaria (los tres con un 0,8 %).

Con motivo del Día Internacional del Migrante, Eurostat recuerda que el uno de enero del año pasado, 506,8 millones de personas residían en la Unión Europea.

De estas 472,8 millones (un 93,3 %) eran nacionales del país en el que se encontraban, mientras que 14,3 millones europeos (2,8 %) se encontraban viviendo en otros socios comunitarios y 19,8 millones (3,9 %) eran ciudadanos de terceros países.