El Parlamentp de Cataluña ha rechazado este jueves por segunda vez investir de nuevo en el cargo al presidente de la Generalitat, Artur Mas, ya que la CUP ha mantenido su negativa a dar sus votos.

El cómputo de los votos ha sido el mismo que el martes en la primera votación: la candidatura de Mas ha recibido el apoyo de los 62 diputados de JxSí y el rechazo de los 73 parlamentarios de la oposición: C's, PSC, PP, CSQEP y la CUP.

Mas ha intentado una aproximación a la CUP ofreciendo ceder poder en tres vicepresidentes y someterse a una cuestión de confianza en 10 meses, pero el líder parlamentario de la CUP, Antonio Baños, lo ha rechazado, aunque precisando que es un "no tranquilo" y se abren a seguir negociando.

Baños dejó claro en su ntervención que su grupo votaría "un 'no' tranquilo" a la investidura de Mas, lo que le impedirá de nuevo ser reelegido como presidente de Cataluña, aunque ha valorado su último "movimiento", que deja "cerca" el acuerdo.

"Lo tenemos al alcance", ha asegurado Baños desde la tribuna de oradores del Parlament, después de que Mas se haya ofrecido a someterse a una cuestión de confianza en septiembre para que la cámara catalana, con los votos de la CUP, pueda relevarlo si considera que no ha cumplido sus promesas.

"Es un 'no tranquilo' -ha precisado-, ni se acaba ni se agota esta mañana, es fruto de nuestras promesas electorales pero no solo esto" y "nos estimula a ir más lejos, no es un 'no' enrocado".

En su intervención, Mas ha pedido a la CUP investirle este jueves en el cargo prometiendo someterse a los diez meses a una cuestión de confianza en el Parlament que dé la oportunidad cesarle del cargo.

"Si el Govern no supera la cuestión de confianza, hay que investir otro presidente de la Generalitat: automáticamente el presidente cesa", ha explicado ante el pleno del Parlament, donde este jueves se debe celebra la segunda votación de la investidura.

Mas también ha oficializado a la CUP su oferta de ceder poder en tres macroconsejerías: una encargada de los asuntos sociales, otra de economía y empleo, y otra sobre relaciones internacionales: "Es un intento de aproximación".

Baños ha valorado la oferta, pero la ha considerado insuficiente. "Los argumentos -ha añadido- son los mismos que los del otro día pero también decimos que 'no' a los nuevos argumentos puestos encima de la mesa, los cuales sin embargo los valoramos positivamente como un movimiento".

"Son propuestas más creativas de los acuerdos de gobierno que ya tenían con ERC, aunque hay cosas interesantes, como lo de la moción de confianza" que "dejamos encima de la mesa para futuras ofertas que se hagan", ha apuntado Baños antes de pedir "no caer en trampas; no existen independentistas buenos y malos, ni facilitadores ni entorpecedores".

"Tenemos el objetivo común imprescindible, lo tenemos cerca y no lo dejaremos pasar", ha subrayado antes de recordar que "la debilidad histórica" de lucha por las libertades nacionales de Cataluña "ha sido la discordia entre nosotros en momentos claves".

A los que responsabilizan a la CUP del fracaso de la investidura de Mas, Antonio Baños ha advertido que "crear ruido no ayuda, señalar culpabilidad no une, y las gesticulaciones públicas excesivas no sirven y las cazas de brujas tampoco".

"Creemos en la lealtad en las negociaciones, en la palabra dada, y en el volver a negociar", ha proclamado antes de exigir "más respeto a la CUP, la única fuerza -a su juicio- que no ha tenido militantes juzgados por corrupción".

Según Baños, las elecciones anticipadas en el mes de marzo "son reaccionarias, no revolucionarias, nunca las pondremos encima de la mesa" y, minutos después de haberle indicado al dirigente del PP Xavier García Albiol que la CUP "no acata" la sentencia de ayer del Tribunal Constitucional, ha indicado que su formación "estará a la cabeza para defender a este país frente a un Estado decimonónico".

Fecha límite: 9 de enero

Si Mas vuelve a fracasar este jueves en su intento de ser presidente, se abrirá un periodo de dos meses para celebrar nuevos debates de investidura, con la fecha límite del 9 de enero: si entonces no hay acuerdo, se deberá volver a convocar elecciones para la primavera.

Además, si no sale victorioso, será el primer candidato a la Presidencia de la Generalitat desde la restauración de la democracia que no logra ser investido en ninguna de las dos primeras votaciones.

Jordi Pujol fue elegido a la segunda en 1980 y en 1995, y el propio Mas también en segunda votación en 2010; el resto de investiduras se resolvieron en el primer intento.