El aspirante de Junts pel Sí y presidente en funciones de la Generalitat, Artur Mas, acusó ayer al Estado de emplear "fondos reservados" para "pagar a confidentes que montan mentiras" que después se filtran a los medios de comunicación. Todo con tal de frenar, según él, el proceso soberanista. Mas concretó que en "plena campaña electoral" de los comicios catalanes de 2012 él fue víctima de esta supuestas maniobras del Estado, en referencia al borrador de un informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional del que se hicieron eco varios medios en esas fechas y en el que constaba que él y Jordi Pujol tenían cuentas en Suiza.

Con este argumento, Mas negó haber emprendido el proceso soberanista para tapar los problemas de su partido, CDC, con la justicia, sino todo lo contrario: "Como consecuencia de habernos puesto en este proyecto, tenemos más problemas con la Fiscalía de los que tendríamos en otras circunstancias". En su réplica a Inés Arrimadas (C's), que le preguntó por la corrupción, Mas contestó que ha comparecido en el Parlament regularmente para rendir cuentas: "¿Han visto a algún presidente del Gobierno que haya comparecido tantas veces?".

En esa réplica a Arrimadas, desvinculó la proclama secesionista que aprobó el lunes el Parlament de "una declaración unilateral de independencia" y volvió a negar que Cataluña saldría de la UE si se separara de España.