Un "sí" a casi todo y un "no" rotundo, salvo en lo tocante a la unidad de España y el respeto a sus leyes. Esto cosechó ayer Mariano Rajoy en sus esperadas reuniones con los líderes de Ciudadanos (C's), Albert Rivera, y Podemos, Pablo Iglesias, dos días después de que un encuentro con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, deparara la creación de un bloque constitucionalista para afrontar el desafío independentista catalán que el Presidente se siente respaldado para encabezar.

Rajoy, que dijo estar "muy contento" de la reunión con Sánchez y que cree que la de ayer con Rivera fue "muy bien", ha ampliado su ronda de contactos y ya tiene cerrados encuentros con Alberto Garzón (IU), el lunes, y Andrés Herzog (UPyD) y Josep Antoni Duran (UDC), el martes.

De las entrevistas mantenidas hasta ahora, el jefe del Ejecutivo saca la conclusión de que hay un acuerdo generalizado para defender la unidad de España, la soberanía nacional y la igualdad de los españoles; y ello sin firmar pacto alguno "por España", algo que, como le recordó la vicepresidenta, Soraya Sáenz, a Rivera ya existe y es la Constitución.

El presidente del Gobierno dijo que asume la "responsabilidad de liderar la respuesta del Estado ante el desafío" secesionista, razón por la cual reclama a todos los partidos que "confíen" en los servicios del Estado y eviten "debates estériles". Por ejemplo, sobre en qué momento debe presentarse un recurso a la proclama independentista, un asunto que ocupó buena parte de la entrevista con el líder de C's.

"Es momento de buscar lo que nos une", valoró Rajoy, antes de reconocer que las diferencias más evidentes fueron las habidas con Iglesias, aunque "nada" perdió por mantener esa conversación, dijo en respuesta a las muchas críticas vertidas por el líder de Podemos al término de su primera visita a la Moncloa.

"No estamos de acuerdo en casi nada", resumió Iglesias. Y es que, mientras que Rivera dio su apoyo expreso al Presidente para que haga cumplir la ley también en Cataluña, Iglesias le afeó que se haya puesto al frente de un "búnker" antisecesionista en lugar de tender puentes con los independentistas.

El líder de C's aprovechó su paso por Moncloa para presentar a Rajoy su pacto "por España", estuvo de acuerdo con él en que hay que agotar todos los mecanismos antes de recurrir a una medida drástica como la suspensión de la autonomía, vía artículo 155, y defendió que se actúe con "inteligencia y cintura" y no generando "males peores".

Por el contrario, Rajoy e Iglesias constataron sus enormes diferencias en una conversación de hora y media que transcurrió en un ambiente distendido y cordial. El Presidente salió a recibir al líder de Podemos a la escalinata de acceso a la Moncloa, algo que no hizo con Rivera, e Iglesias le regaló el "Juan de Mairena" de Machado para animarle a "mirar al futuro" y huir "de la oscuridad".

Más tarde, contó a los medios al término del encuentro, le lanzó varios reproches. El primero, que intente liderar un "búnker" contra el independentismo en el que también sitúa a sus "aliados" del PSOE y C's -la "nueva gran coalición", los bautizó-; y el segundo, que el PP se haya convertido en "una fábrica de independentistas", recogiendo firmas contra el Estatut y después "presionando" al TC, lo que, "por desgracia, le hace responsable de la posibilidad de que España se rompa".

En cambio, Podemos defiende que los catalanes puedan decidir su futuro en un referéndum simultáneo a otra consulta en toda España sobre los cambios constitucionales que propugna.