El presidente de la Generalitat y líder de Convergencia (CDC) compareció ayer, a petición propia, ante la Diputación Permanente del Parlament, para dar explicaciones sobre las presuntas comisiones del 3% pagadas a su partido por empresas a las que tanto la Generalitat como ayuntamientos gobernados por CDC han adjudicado obra pública.

Mas negó tratos de favor en la contratación, que calificó de "impecable", denunció que se quiere "criminalizar" las donaciones a su partido y reiteró su confianza en los tesoreros de CDC, lo que le permitió, de paso, descargar en ellos toda la responsabilidad de las finanzas convergentes. A la sesión asistió como invitado Antonio Baños, el cabeza de fila de la CUP, aliada de CDC y ERC en el órdago independentista.

La comparecencia de Mas llegó 48 horas después de que la Guardia Civil registrara más de doce horas la sede central de CDC. En paralelo, fueron detenidas once personas: el tesorero del partido, Andreu Viloca; el director de Infraestructuras de la Generalitat, Josep Antoni Rosell; dos emplados de Convergencia y siete empresarios. Viloca fue puesto en prisión preventiva sin fianza el jueves. Ayer fue detenido y puesto en libertad sin cargos el extesorero Daniel Osàcar, mientras que Rosell quedó en libertad sin fianza.

Tras escuchar las explicaciones de Mas durante tres horas, la oposición le exigió que renuncie a la reelección a lo que él se negó aduciendo los 1,6 millones de votos de su candidatura (Junts pel Sí, coalición de CDC y ERC) el 27-S. La CUP, en declaraciones a los medios, afirmó que no son "independentistas para salvar a Convergencia de sus males, sino para hacer limpieza" de "chanchullos".

En su intervención, Mas defendió que en diez años de investigación de los casos del 3% no se ha podido demostrar "nada" y subrayó que no ha habido ninguna sentencia sobre adjudicaciones ilegales de obra pública.

"Si no hay conexión entre las adjudicaciones y las aportaciones, y las aportaciones son legales, ¿de qué va todo este montaje?", se preguntó Mas, quien se respondió a sí mismo que la operación judicial contra CDC, como la del pasado agosto, se está desarrollando como un "espectáculo" con el que "se busca hacer daño" al partido.

Mas proclamó su total confianza en los tesoreros de CDC, para, a continuación, en un movimiento de descarga de cualquier responsabilidad, añadir: "Confío en no equivocarme" y explicar que en su partido el tesorero es "el máximo y único responsable" de las finanzas de CDC, una figura que, además, dentro del partido tiene "amplios poderes". Por si no quedara claro lo anterior, Mas lo precisó afirmando que no le "temblará la mano" si tiene que actuar y asumir responsabilidades, pero precisó que antes debe tener "suficientes evidencias o hechos demostrados".

Tras la comparecencia de Mas, toda la oposición -Ciutadans (C's), PSC, SíQueEsPot (Podemos+ICV) y PP- le pidieron que renuncie a presidir de nuevo la Generalitat, mientras que ERC le reclamó que "haga limpieza". La líder de C's y futura jefa de la oposición, Inés Arrimadas, aseguró que "no puede ser presidente quien ha sido mano derecha de Pujol, quien tiene casos de corrupción en su partido, con un tesorero detenido sin fianza, quien ha dicho que no cumplirá sentencias de un tribunal, quien tiene por única estrategia el victimismo y quien quiere dejar en la cuneta a más de la mitad de la población y ningunearla".