El presidente catalán, Artur Mas, firmó ayer el decreto de constitución del Parlament surgido de las elecciones autonómicas del 27-S, que se llevará a cabo el próximo lunes, mientras prosiguen las negociaciones con la CUP sobre la investidura del presidente de la Generalitat, que tiene como fecha límite el 9 de enero, veinte días después de las elecciones generales del 20-D.

La firma del decreto, que coincidió con el registro de la Guardia Civil en la sede del partido que lidera Mas (CDC), se desarrolló en el Palau de la Generalitat, con una puesta en escena poco habitual en este tipo de actos.

En una comparecencia posterior a la firma del decreto, Mas explicó que si el Parlament se ha constituido en el último día posible del plazo legal "es por algo muy evidente, que es la complejidad de las negociaciones que se llevan a cabo entre los dos grupos que quieren tirar adelante la legislatura", Junts pel Sí (JxS) y la CUP. La CUP sigue oponiéndose a la investidura de Artur Mas.

Mas recordó los nuevos plazos máximos que quedarán fijados a partir del lunes para que se celebre la sesión de investidura: el 9 de noviembre se hará la primera votación, en la que se requiere mayoría absoluta, "y a partir de aquel día votaciones por mayoría simple" durante un máximo de dos meses, esto es, hasta el 9 de enero como día límite.

"Si el 9 o 10 de enero no se ha conseguido la elección de un presidente de forma automática, se convocan nuevas elecciones", aseveró, pero "intentaremos evitar esto" puesto que "no es un escenario querido ni deseado".

Entre tanto, la CUP hizo ayer un movimiento en favor de sus aliados en la lucha por la independencia, Junts pel Sí (JxS). La CUP cederá a JxS el representante al que tendría derecho en la Mesa del Parlament, con lo que cuatro de sus siete miembros serán de esta formación. Además, el grupo de izquierda radical apoyará decisivamente que la presidenta del Parlament sea Carme Forcadell, expresidenta de la Asamblea Nacional Catalana.