La fase real del mayor ejercicio de la OTAN desde 2002 arrancó ayer en España, Italia y Portugal con el despliegue de 36.000 militares de más de 30 países, 20.000 de ellos en España. Las maniobras pretenden ser una demostración de la capacidad de defensa colectiva de la Alianza y de su capacidad para proteger su flanco sur. España aporta 8.000 militares y asumirá el liderazgo de la nueva fuerza conjunta en 2016, cuando esté del todo operativa.