El caso de los ERE ha dejado de tener una pieza separada en manos del Tribunal Supremo al no haber ya entre sus encausados ningún aforado de ámbito estatal. Esta situación se ha producido después de que ayer renunciara a su acta de diputado en el Congreso el exconsejero de Empleo andaluz José Antonio Viera, que ahora formaba en el Grupo Mixto después de haber dejado el PSOE.

Viera ha sido el último parlamentario de los implicados en este caso en renunciar, pues antes del verano ya lo hicieron, entre otros, los expresidentes de la Junta Manuel Chaves y José Antonio Griñán. De este modo, la parte del sumario de los ERE que se ha venido investigando en el Supremo volverá al Juzgado número 6 de Sevilla.

En una carta dirigida al presidente del Congreso, Jesús Posada, Viera expone que desea tener la mayor libertad de "actuación y dedicación" para "acreditar" su inocencia en el caso de los ERE irregulares. Se da la circunstancia de que el pleno del Congreso del próximo jueves iba a aprobar el suplicatorio solicitado por el Tribunal Supremo para continuar el proceso judicial contra Viera.

De entre las numerosas reacciones suscitadas por la renuncia de Viera a su escaño, la más dura ha sido la de Podemos, cuyo diputado autonómico andaluz José Luis Serrano urgió a la presidenta de la Junta y secretaria general del PSOE andaluz, Susana Díaz, a dar explicaciones sobre los seis años en los que colaboró "estrechamente" con él.

El PP, por su parte, apuntó más alto y, a través de su portavoz adjunto en el Congreso, Rafael Merino, urgió al líder del PSOE, Pedro Sánchez, a asumir su responsabilidad por la renuncia de Viera y pedir perdón por el caso de los ERE, algo que, recordó, ni siquiera ha hecho el líder socialista. En declaraciones a los periodistas, Merino consideró que con la dimisión de Viera ha quedado demostrada la "responsabilidad directa" del PSOE en lo que calificó como el "mayor caso de corrupción" de España.