El presidente del Gobierno y líder del PP, Mariano Rajoy, se abrió ayer a pactar con otras fuerzas si los independentistas no obtienen mayoría absoluta (68 diputados) el 27-S. Rajoy juzgó "muy sensata y razonable" la posibilidad de formar un Gobierno catalán que sea "alternativa" a quienes quieren "liquidar España".

Aunque reconoció que él es partidario de que gobierne siempre la lista más votada, se justificó Rajoy, en este caso Junts pel Sí, a la que los sondeos otorgan la victoria, lleva en su programa la "ruptura de la reglas del juego", la liquidación de la Constitución y la soberanía nacional y la destrucción de España, con lo que puede hacerse una "excepción".

Y, siguiendo esta misma línea de argumentación, advirtió de que ni los escaños ni los votos "sirven para legitimar una operación ilegal" como la independencia, que "yo creo que es una operación que no se va a producir".

Sin embargo, consideró "muy saludable" el debate que hoy mantendrán el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, y el "número cinco" de la lista de Junts pel Sí y líder de ERC, Oriol Junqueras, porque este tipo de formatos "pueden aportar cosas positivas".

Defensa de la legitimidad

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, garantizó que su partido apoyará al presidente del Gobierno en la defensa de la legalidad si después de las elecciones catalanas del próximo domingo un Gobierno independentista iniciara el proceso de secesión. Pero, con todo, insistió en que la solución a esta crisis está en el diálogo.

De esta manera, pidió a Rajoy que, además de "buscar el apoyo de líderes políticos europeos", trate de "resolver desde la política una crisis política".

Con la vista puesta en el día después del 27-S, el candidato de Unió, Ramón Espadaler, propuso formar un Gobierno de concentración con los partidos que no sean independentistas pero quieran cambiar la relación entre Cataluña y España.

El democristiano dijo que el PSC, algunas partes de C's, Catalunya Sí que es Pot e incluso Junts pel Sí pueden sentirse cómodos con esta idea.

Pero el presidente de la Generalitat, Artur Mas, adelantó que solo detendrá el proceso independentista si el Gobierno de Rajoy pone fecha para que se celebre un referéndum vinculante sobre la independencia, aunque reconoció que esa posibilidad es poco probable.

Desde Bruselas, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, advirtió a Cataluña de que un Parlamento autonómico no tiene poder para proclamar la independencia de un territorio que es parte de un Estado miembro, ya que es solo el Derecho constitucional del país en cuestión el que puede hacerlo.