Una multitud recorrió ayer la céntrica Avenida Meridiana de Barcelona para pedir la independencia en la Diada más politizada de los últimos años, marcada por el inicio de la campaña electoral del 27-S y los reproches a las candidaturas que defienden la secesión, Junts pel Sí y la CUP, por el uso partidista de la convocatoria.

A la manifestación del Día de Cataluña, en el que se conmemora la caída de Barcelona, el 11 de septiembre de 1714, a manos de las tropas borbónicas durante la Guerra de Sucesión, acudieron, según distintas fuentes, entre dos millones y medio millón de personas.

La última cifra fue facilitada por la Delegación del Gobierno y la primera, por la entidad organizadora, la Asamblea Nacional Catalana, cuya expresidenta, Carme Forcadell, ocupa el segundo puesto en la lista de Junts pel Sí.

Según la Guardia Urbana, dependiente del Ayuntamiento, que gobierna Ada Colau, próxima a Podemos, acudieron 1,4 millones de personas. Ni Colau ni el presidente de la Generalitat, Artur Mas, "número cuatro" en la lista de Junts pel Sí, tomaron parte en la manifestación, aunque, a su término, el segundo recibió a los organizadores en su despacho.

Los actos de la Diada comenzaron a las pocas horas del inicio de la campaña con la tradicional ofrenda floral al monumento de Rafael Casanova, "conseller en cap" de la ciudad durante el sitio de 1714. Mas, acompañado por sus consejeros, fue el primero en hacer la ofrenda floral, a la que, como ya es habitual en los últimos años, no acudieron ni el PP ni Ciudadanos (C's).

Por primera vez, la Delegación del Gobierno celebró un acto institucional de carácter cultural en el archivo de la Corona de Aragón de Barcelona al que sólo asistieron representantes del PP.

Por la tarde, el protagonismo se trasladó a la Meridiana. A las 17.14 horas un puntero gigante portado por diversos deportistas profesionales empezó a recorrer la avenida y, a medida que fue avanzando, la gente rellenó la estela abierta en la avenida.

El puntero recorrió 5,2 kilómetros en 45 minutos hasta la entrada al Parque de la Ciudadela, en donde, a su llegada, se encajó con el escenario principal, decorado con 9.000 boletos alusivos al "proceso participativo" del 9-N de 2014.

Frente al escenario principal se situaron los principales representantes de los partidos soberanistas, como Josep Rull (CDC) y Oriol Junqueras (ERC). También estaban el cabeza de cartel de Junts pel Sí, Raül Romeva, y otros miembros de la candidatura como el cantautor Lluís Llach, el candidato de la CUP, Antonio Baños, consejeros como Francesc Homs y Santi Vila (CDC).

Acudieron también los tenientes de alcalde de Barcelona, Jaume Asens y Gerardo Pisarello, de Barcelona en Comú; el futbolista del Barça Gerard Piqué, el expresidente del club Joan Laporta, periodistas como Pilar Rahola y Karmele Marchante, el cantante Dyango y el actor y concejal de ERC Juanjo Puigcorbé.

Al finalizar la marcha los presidentes de la ANC, Jordi Sánchez, y Òmnium Cultural, Quim Torra, garantizaron que estarán al lado de los futuros diputados en la senda hacia la independencia, pero les pidieron que sean "leales" a las urnas y que no "claudiquen" ante las dificultades.