El PSOE rechazó ayer de plano la oferta de pacto hecha por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para reformar la ley del Tribunal Constitucional (TC) al no compartir "ni el fondo, ni la forma" de la medida y considerar que el PP no tiene voluntad de dialogar.

Rajoy se ha mostrado dispuesto a estudiar las propuestas del PSOE al igual que el PP aceptó apoyar la reforma de la Constitución que el anterior jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, impulsó en la recta final de su mandato en 2011.

"¿Cómo se puede reprochar ahora a un partido que tiene la obligación de seguir gobernando el que su grupo parlamentario presente una proposición de ley? Y si quieren acuerdo, yo me brindo a que haya un entendimiento en las Cortes", dijo Rajoy.

El secretario de Acción Política del PSOE, Patxi López, anunció que su partido no va a dialogar con el PP, porque es "mentira" que quiera alcanzar un consenso con los demás grupos, a la vista del carácter urgente que ha imprimido a la tramitación.

La iniciativa de reformar la ley del TC para dotarlo de capacidad para que sus sentencias se cumplan es, según López, "radicalmente impresentable en el fondo y en las formas" al tratarse de "un acto electoral puro y duro", cuya única pretensión es ir contra el presidente catalán, Artur Mas.

Rajoy juzgó "razonable" la reforma, dado que "hay un señor" -en alusión a Mas- "que está anunciando que crea estructuras paralelas de Estado y que, si gana las elecciones, va a declarar unilateralmente la independencia".

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, se declaró "sorprendido" por el rechazo "radical y absoluto" del PSOE a la reforma, que puede tener "toda la flexibilidad, siempre que se mantenga el espíritu y sentido".

Los grupos de la oposición presentaron ayer un nuevo recurso conjunto a la Mesa del Congreso para tratar de frenar la tramitación urgente de la reforma.

Entre tanto, el ministro Catalá retó a Mas a denunciar al Gobierno si cree que existen pruebas de filtración a los medios de los registros judiciales en la sede de Convergència y la fundación CatDem. El presidente de ERC, Oriol Junqueras, propuso que los delitos de corrupción política "no prescriban nunca" y que además tengan "consecuencias sobre el patrimonio personal de los corruptos".

Junqueras, además, llamó al presidente de la Generalitat a "no distraerse" y concentrarse en ganar las elecciones del 27-S. El líder de Esquerra hizo esta recomendación a su compañero en la lista de Junts pel Sí, después de que el mandatario catalán defendiera la idea de repetir la candidatura unitaria independentista en las elecciones generales, alegando que si ganan será "un segundo plebiscito y el mensaje que se dará a Europa y el mundo será de una potencia extraordinaria". Mas no descartó acudir a la manifestación de la Diada porque esta vez él también es candidato.