El histórico dirigente socialista vasco José María "Txiki" Benegas falleció ayer en Madrid, a los 67 años, víctima de un cáncer que padecía desde hacía tiempo y que se había agravado en las últimas semanas. Todos los partidos coincidieron en reconocer su categoría humana y política. Durante una década fue el "número tres" del PSOE, desde que Felipe González y Alfonso Guerra llegaron a la Moncloa hasta su ruptura.

Benegas nació en el exilio, en 1948 en Caracas, y regresó a España en 1955, a San Sebastián, y siempre se consideró vasco. Tuvo un papel clave en el congreso de Suresnes, del que un jovencísimo Felipe González salió convertido en secretario general del PSOE. Diputado desde 1977 -sólo se ausentó del Congreso de 1984 a 1989-, era el más veterano desde la retirada de Alfonso Guerra.

Ejerció de "número tres" del PSOE en la época en la que el partido estuvo dirigido por Felipe González y Alfonso Guerra. Llegó a la secretaría de Organización de la mano de quien fuera presidente del Gobierno, pero acabó alineado con el vicepresidente. Sin embargo, siempre intentó hacer de puente entre ambos para evitar un enfrentamiento que abocara a una ruptura en el partido.

Amaba la política

Benegas amaba la política pero no el poder. En los noventa rechazó la oferta de Felipe González de ocupar un Ministerio tras dejar Guerra la vicepresidencia. Fue un "gran luchador por la libertad de este país", y un "compañero muy querido y fiel colaborador en todas las tareas del partido", dijo ayer Felipe González. Trabajó en la ley de Amnistía y la defendió en el Congreso, colaboró en la elaboración de la Constitución y en concreto en el título VIII, que regula el Estado de las autonomías. También en la confección del Estatuto Vasco, e impulsó todos los grandes acuerdos antiterroristas. En 1986 estuvo a punto de convertirse en lendakari cuando su partido aventajó en votos al PNV.

El finado fue secretario general del PS de Euskadi de 1977 a 1988 y hasta 2002 su presidente, en los años de plomo de ETA. Su amigo y expresidente del Senado Javier Rojo recordó que el momento más duro que pasó Benegas fue por el asesinato de su amigo y senador Enrique Casas. Juan José Laborda destacó que estuvo entre los que lograron el consenso constitucional.

La ejecutiva federal del PSOE elogió su "dilatada trayectoria política", toda una vida "en defensa de la libertad y de los valores de igualdad y solidaridad". A su juicio, fue "un gran socialista, modelo de lealtad y ejemplo a seguir por todos los que defienden la libertad y la justicia". Pero sobre todo, resaltó "su incansable lucha contra el terrorismo de ETA y en defensa de las libertades en Euskadi". Un emocionado Pedro Sánchez expresó su "profundo pesar". "Es una gran pérdida no sólo para la familia socialista sino para la política española", lamentó.

"Se nos ha ido un gran compañero", dijo José Antonio Alonso, exsenador y miembro de la comisión ejecutiva de la Federación Socialista Asturiana. Con una docena de rosas rojas en su escaño, la Cámara guardó un minuto de silencio. El presidente, Jesús Posada, destacó su "fructífera trayectoria" y los portavoces elogiaron su categoría humana y su talla de político.

Por su parte, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, habló ayer por teléfono con uno de los hijos de Txiki Benegas para transmitirle su pésame por el fallecimiento del político socialista vasco. Poco antes de abandonar el Congreso, donde estuvo asistiendo al debate de los Presupuestos Generales del estado, Rajoy ha mantenido una conversación telefónica con Pablo, hijo de Txiki Benegas y miembro del grupo La Oreja de Van Gogh, para transmitirle personalmente su pésame por la muerte del diputado del PSOE.