Los Reyes han presidido hoy la ceremonia de jura de bandera de 39 guardias reales y 324 civiles, celebrada en El Pardo el mismo día de su undécimo aniversario de boda, por el que han recibido la felicitación de los invitados al acto, a instancias del coronel jefe de la Guardia Real, Ramón Álvarez de Toledo.

Se trata de la primera ocasión en que Don Felipe y Doña Letizia acuden como Reyes al cuartel donde tiene su sede la Guardia Real para una jura de bandera, algo que ha agradecido especialmente el coronel Álvarez de Toledo en una alocución en la que les ha felicitado públicamente por su aniversario de boda.

Los centenares de familiares que seguían la ceremonia castrense han prorrumpido entonces en aplausos, mientras Felipe VI y la Reina se sonreían e intercambiaban algún comentario, sentados en el puesto destacado reservado para ellos en la tribuna.

Ya han pasado dos años desde la última vez en que ambos presidieron un acto similar en el cuartel "El Rey", el 10 de mayo de 2013, cuando 160 civiles juraron bandera; entonces ellos eran Príncipes de Asturias.

Con uniforme de capitán general del Ejército de Tierra, y tocado con la boina azul de la Guardia Real, don Felipe ha sido recibido a su llegada al acuartelamiento con los honores reglamentarios correspondientes al jefe del Estado, como las 21 salvas de ordenanza a cargo de cuatro piezas de artillería que se han escuchado mientras la unidad de música interpretaba el himno nacional.

Antes de ocupar junto a la Reina su puesto en la tribuna, el Rey ha pasado revista a la fuerza desplegada en la explanada del recinto, conformada por un escuadrón de gastadores, la unidad de música, alabarderos, una sección de guías de perros, un grupo de honores, un escuadrón de escolta real y efectivos de la batería real, además de los nuevos guardias reales que iban a jurar.

En total han participado en la solemne ceremonia unos 600 miembros de la Guardia Real, la mayoría con el uniforme de gala que reproduce los que utilizaba el Ejército en tiempos de Alfonso XII, así como los alabarderos con el suyo, que data de 1875, y también los coraceros y lanceros, que montan caballos de pura raza española.

Han acompañado al jefe de las Fuerzas Armadas el director general del CNI, Félix Sanz Roldán; la subsecretaria de Defensa, Irene Domínguez-Alcahud Marín Peña; el jefe del Estado Mayor del Ejército, general Jaime Domínguez Buj; el del Ejército del Aire, Francisco Javier García Arnaiz, y el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, entre otras autoridades.

Tras cumplir los 39 nuevos guardias reales con el juramento o promesa, ha tenido lugar un desfile bajo la bandera y seguidamente han jurado los 324 civiles, una cifra récord, ya que nunca tantos civiles habían celebrado este acto simbólico en la Guardia Real, entre ellos personas de avanzada edad, en sillas de ruedas o con muletas.

El coronel Ramón Álvarez de Toledo ha agradecido a estos jurandos civiles un gesto que, ha recalcado, reaviva el sentimiento de amor a la patria, "un amor ligado a las cosas sencillas con las que estamos estrechamente vinculados, que recibimos de nuestros antepasados y que estamos obligados a entregar a quienes vienen detrás de nosotros", según sus palabras.

También ha recordado ante Felipe VI que los guardias reales han demostrado siempre una "total entrega y lealtad" durante los 39 años que han servido a su padre, el Rey Juan Carlos I, alusión que ha desatado aplausos en la tribuna de público.

El homenaje a los que dieron su vida por España, la interpretación del himno de la Guardia Real y un vistoso desfile han completado la ceremonia.

En esta exhibición han participado unidades a pie, a caballo y motorizadas, a las que se han adherido los vehículos históricos conservados por la Guardia Real, entre los que figuran los Rolls Royce y Cadillacs que se utilizan para los desplazamientos de jefes de Estado extranjeros que visitan España.