El Gobierno Vasco ha hecho llegar al comité internacional de verificación una propuesta de desarme rápido, viable y efectivo basado en un gesto unilateral de ETA ante la sociedad de Euskadi y con "cobertura social, internacional e institucional". Para el Ejecutivo vasco el modelo de desarme escogido por la banda, de "sellado no verificado y sin calendario", no tiene valor, frente al criterio del grupo de representantes internacionales encargado de verificar el final de la actividad terrorista, en la que se avala el proceso de sellado y puesta fuera de uso del armamento de ETA. El PP vasco remarcó que entregar las armas "depende exclusivamente de ETA" y cree que no hacen falta intermediarios. El PSOE dijo que esta propuesta carece de sentido.