Podemos elaborará un programa económico "realista", de inspiración nórdica y basado en una banca pública que reactive el crédito a las familias y en aumentar los salarios a través de un fortalecimiento de los sindicatos, al tiempo que también abogará por reducir la jornada laboral a 35 horas semanales y subir las pensiones.

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, presentó ayer el documento "Un proyecto económico para la gente", obra de los catedráticos de Economía Juan Torres y Vincenç Navarro, y que será la base de las propuestas económicas de la formación.

Iglesias prometió que el programa que elaborará será "realista y pragmático" para dar una respuesta a la situación de emergencia económica y social que vive España y aseguró que "no venderá humo, como hicieron PP y PSOE", ya que la sociedad no necesita "más embaucadores" que "se sacan conejos de la chistera".

Además, se mostró convencido de que su programa será visto "con buenos ojos" por los empresarios, ya que su propósito es hacer un país más próspero y estos "son los más adecuados para hacer negocios".

En su plan económico, Podemos ve necesaria una financiación pública frente a la banca privada tradicional, que considera que "no ha funcionado", y propone una "o varias" bancas del Estado para reactivar el crédito.

Los autores del plan advirtieron que el acceso al crédito debe ser un derecho y piden una reestructuración del Instituto de Crédito Oficial (ICO) para que tenga un papel más cercano a los ciudadanos al igual que la SAREB (la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria).

Iglesias, que no tuvo reparo en admitir que sus propuestas pueden identificarse con la "socialdemocracia", garantizó que Podemos no caerá en el "populismo" como si hicieron el PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero, que prometió el pleno empleo en 2008, o el PP de Mariano Rajoy que en 2011 dijo que crearía 3,5 millones de puestos de trabajo.

Y defendió que cuando gobiernen tratarán de tener las mejores relaciones con los gobiernos de todos los países latinoamericanos "que son todos amigos", insistiendo en que su modelo económico no está en Iberoamérica sino en los países del norte de Europa.