Los socialistas Felipe González y Alfonso Guerra han vuelto hoy la mirada al histórico congreso de Suresnes para abogar por una nueva etapa en el PSOE que vuelva a llevarle al poder en 2015, de la mano de su secretario general, Pedro Sánchez, que ha ofrecido un "nuevo socialismo".

Sánchez se ha comprometido a liderar ese cambio para recuperar la ejemplaridad y construir un "proyecto de mayorías" que devuelva al PSOE al Gobierno como en 1982 y en 2004.

Sánchez, González y Guerra han intervenido en el acto celebrado en Madrid para conmemorar el 40 aniversario del congreso de Suresnes (Francia), bajo el lema "Haciendo socialismo en libertad", al que ha asistido también el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero.

"Si hay que sacar una lección de Suresnes es que el PSOE gana cuando hace nuestro el futuro, cuando decidimos transformar el futuro gobernando el presente, haciendo un proyecto de mayorías", ha proclamado el actual secretario general evocando el que fue el último congreso en el exilio, que supuso una renovación ideológica.

A su juicio, la nueva generación que se ha hecho cargo del partido está llamada a "recuperar la ejemplaridad perdida, despojarlo de la corrupción y llenarlo de nuevas ideas y un nuevo socialismo".

"Si lo hacemos, volveremos a tener un gran principio. A eso os convoco, y en noviembre de 2015, ganaremos de nuevo el futuro como en 1982 y 2004", se ha mostrado convencido Sánchez.

Como en Suresnes, ha hecho un llamamiento a "no resignarse" y "sentir en carne propia la frustración y la desigualdad de mucha gente que lo está pasando mal".

"Hace 40 años decidieron no resignarse ante un presente oscuro. Lo que hicieron fue cambiar, consiguieron hacer posible lo imposible", ha evocado la tarea de aquellos socialistas.

Por ello, ha animado a la izquierda a elaborar junto con la mayoría de españoles un "nuevo contrato social" y abordar una nueva "transición política y económica" para volver a "poner en pie" al PSOE.

Según Sánchez, igual que González y Guerra encarnaron "la España de los derechos" y Zapatero "la de las libertades", su meta ahora es liderar el próximo año "la España de las oportunidades".

"Muchos de los males que tiene España es por la ausencia de un proyecto de país", ha opinado el líder socialista, quien ha puesto como ejemplo la gestión de la crisis del ébola del Gobierno del PP.

Felipe González ha asegurado que es necesario un PSOE "fuerte, con claridad, con proyecto y absolutamente decidido a conquistar la mayoría de los ciudadanos".

"Ése sería el nuevo Suresnes de hoy. Un nuevo tiempo, una nueva realidad, un nuevo impulso", siendo "fieles" a lo que han sido los socialistas, ha subrayado.

"No es por pasión de poder, es porque sino, la situación de España seguirá empeorando", ha augurado González.

El PSOE, a su entender, debe "llenar el vacío" que hay entre la derecha y la "demagogia populista", en alusión a partidos como Podemos, y hacer un "análisis serio con un proyecto alternativo".

No obstante, el expresidente del Gobierno ha advertido al nuevo líder del PSOE: "No vale sólo con decir lo que está mal, hay que decir lo que estamos dispuestos a hacer para recuperar la confianza de la mayoría de los españoles".

"Si decimos que queremos sólo porque queremos, no nos va a caer la credibilidad de ningún lado. Tiene que ser un proyecto coherente", ha remarcado González.

Alfonso Guerra, el más aplaudido, ha señalado algunas semejanzas entre la situación del socialismo español en el tiempo de Suresnes y en la actualidad, entre ellas el temor a los "populismos beneficiados por el régimen".

"Entonces, también había compañeros que temían que el favor de los españoles fuera a otra fuerza política que, como ahora, era beneficiada por la propaganda que hacía el régimen, como ahora otros populismos están beneficiados por las cadenas de televisión, incubado el huevo de la serpiente, porque si alguna vez tuvieran algún poder, lo primero que harían sería cerrar esa cadena", ha argumentado.

Por eso, Guerra ha llamado al PSOE a "lograr ahora el favor de los ciudadanos con un proyecto autónomo, sin mirar de reojo lo que hacen los otros, no con una política de goteo, sino con un proyecto sólido que ilusione a los españoles".

Además ha aludido a la corrupción y al caso de las tarjetas opacas de Caja Madrid al afirmar que le "avergüenza que por dinero apuñalen los principios del socialismo".

El acto, celebrado en la Casa América, ha contado con la presencia de unos 700 invitados, entre los que había históricos dirigentes del PSOE, como José Martínez Cobo, quien presidió el cónclave de Suresnes; así como los miembros de la nueva ejecutiva y la esposa y las hijas de Pedro Sánchez.

Entre los ausentes, los ex secretarios generales del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba y Joaquín Almunia y uno de los protagonistas de Suresnes, el exlíder de UGT Nicolás Redondo, por problemas de salud.