El Gobierno asegura que el avión de la aerolínea española Swiftair que se estrelló en Malí este jueves con 116 personas a bordo contaba con todos los permisos de aeronavegabilidad en regla y que su tripulación había pasado todos los requisitos de formación.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, específico que, según datos que le han sido ofrecidos por el Ministerio de Fomento, la compañía contaba con licencia para realizar operaciones de transporte aéreo comercial desde el 6 de marzo de 1995.

En este punto especificó que la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) ha realizado entre 2013 y 2014 un total 33 inspecciones sobre los requisitos de operaciones en vuelo de la compañía, entre las que se incluyen la formación y capacitación de pilotos, así como 31 inspecciones sobre los requisitos de aeronavegabilidad.

"En todos los casos la AESA consideró los resultados satisfactorios", aseguró la vicepresidenta, que añadió que la aeronave dispone de las aprobaciones operacionales adecuadas al vuelo que estaba realizando.

El avión siniestrado se matriculó en el registro de aeronaves español el 27 de febrero de 2013. Además realizó su revisión anual para prorrogar su certificado de revisión de aeronavegabiliad que concluyó con éxito en enero de este año con validez hasta finales del mismo.

La vicepresidenta también indicó que el pasado 22 de julio la Dirección General de Aviación Civil francesa realizó una inspección en rampa en el aeropuerto de Marsella y no se registró ninguna discrepancia relevante.

"Según declaraciones del director general de aviación civil francesa el avión estaba en buenas condiciones", concluyó Saénz de Santamaría.