La defensa de Diego Torresy de su esposa, Ana María Tejeiro, defiende en su recurso contra la imputación de ambos en el caso Nóos que la Casa Real realizaba un "exquisito y escrupuloso seguimiento" de toda la actividad de Iñaki Urdangarin que considera una garantía de su legalidad.

La representación del exsocio de Urdangarin, que ha presentado hoy un recurso de reforma contra el auto dictado el pasado día 25 por el juez José Castro, subraya que todo en el Instituto Nóos era "validado, autorizado, auspiciado, consentido, conocido, consolidado y demás por los más altos y prestigiosos asesores del Estado".

Según el abogado Manuel González-Peeters, los hechos que relata el juez, por los que le atribuye ocho delitos distintos tanto a Torres como a su mujer, no son ciertos; de serlo no constituirían infracción penal, y si fueran delitos ni Torres ni Tejeiro tenían idea de cómo actuar en contra de la ley.

El letrado manifiesta "asombro" por "el empecinamiento" del juez en mantener a Ana María Tejeiro imputada en la causa, algo que considera "sangrante" en comparación con la infanta, y asegura que "a ella eso de la igualdad de todos ante la Ley no le es de aplicación".

En el escrito detalla 71 diferencias entre la conducta de las dos mujeres imputadas en esta causa, como que la esposa de Torres no era socia del Instituto Nóos ni parte de su junta directiva ni figura en ningún folleto de la entidad y la hermana del Rey sí. Añade que "Ana María Tejeiro no pinta nada, nunca fue nada".

"No fue Ana María Tejeiro quien le pidió a su padre que hablase con su amigo Aga Khan para que asistiese o enviase a alguien al Valencia Summit", afirma el abogado entre otras cuestiones que en su opinión señalan a la infanta.